La representante federal Gabrielle Giffords arribó ayer a Houston para iniciar su rehabilitación en un instituto del prestigiado centro médico de esta ciudad, tras ser lesionada en la cabeza en un atentado en Tucson, hace casi 2 semanas.
Giffords fue trasladada en avión acompañada por su esposo, el astronauta Mark Kelly, su madre Gloria Giffords, un doctor, una enfermera y dos de sus principales colaboradores.
Un helicóptero la trasladó desde el Aeropuerto Hobby a una Unidad de Cuidado Intensivo en el Centro Médico de Texas, donde será evaluada antes de pasar al Instituto de Rehabilitación e Investigación (TIRR) del Hospital Memorial Hermann.
El TIRR se especializa en ayudar a las personas a recuperarse de lesiones cerebrales y forma parte de los 13 hospitales e institutos que componen el Centro Médico de Houston, uno de los complejos de salud más prestigiados en el mundo.
Agentes de Policía a cargo de proteger el Capitolio en Washington, llegaron a Houston el jueves para establecer medidas de seguridad extra en el TIRR que tiene una capacidad de 119 camas.
Giffords permanecerá internada ahí el tiempo que le lleve su rehabilitación, la cual de acuerdo con los médicos, podría no llegar a ser en un cien por ciento como era antes de sufrir el atentado que dejó seis muertos y 13 heridos el pasado 8 de enero.
Ayer por la mañana, la legisladora fue despedida en Tucson por decenas de personas que se apostaron en las calles al paso de la ambulancia que la condujo desde el Centro Médico Universitario a la Base Davis Monthan de la Fuerza Aérea para su vuelo a Houston.
Gerard Francisco, el jefe médico del TIRR en Houston, dijo que desconoce cuánto tiempo podría permanecer en esa instalación, y que eso dependerá de lo rápido que la paciente pueda rehabilitarse.
La legisladora, de 40 años de edad, ha mostrado una recuperación calificada por sus médicos como sorprendente, al movilizar brazos y piernas, pararse e interactuar la víspera con una computadora Tablet iPad.