Buen concierto. En su penúltimo concierto de temporada, Camerata de Coahuila contó con dos grandes invitados Juan Carlos Lomónaco y Vadim Tchijik.
Una mancuerna de grandes. Además del estilo del violinista francés Vadim Tchijik, y la batuta del maestro Juan Carlos Lomónaco, la propiedad con la que tocó el pasado viernes la Camerata de Coahuila, hicieron del penúltimo concierto de la Temporada 2011, un espectacúlo escénico.
Una gran interpretación de "La obertura a El Rey Esteban" de Beethoven, abrió un concierto que permitió ver además a un director invitado, con mucho conocimiento de los músicos, en la cuarta ocasión que visitó la orquesta coahuilense, está vez para interpretar un repertorio sinfónico, posible gracias al crecimiento artístico y de integrantes de la orquesta.
"La Sinfonía número 4" de Schubert, permitió a la orquesta lucirse. "La Trágica", fue además una obra perfecta como hilo conductor de la obra de Beethoven. Un contraste muy bien manejado por cuerdas y alientos.
El famoso "Concierto para violín número 1" de Bruch, contó con la participación de un gran solista, el violinista francés Vadim Tchijik, quien ofreció un gran espectáculo, donde lució la técnica rusa de su formación, en una limpia interpretación.
El solista invitado al noveno concierto de la Camerata de Coahuila impactó a los laguneros con los movimientos de sus dedos y un particular estilo, que mantuvo sin perder de vista la batuta del director invitado y a los demás miembros de la orquesta.