Green Bay consiguió su cuarto anillo de Super Bowl al imponerse en la edición XLV a los Pittsburgh Steelers en el Cowboys Stadium.
Los Empacadores de Green Bay son nuevamente campeones del Super Bowl y el responsable se llama Aaron Rodgers.
El quarterback de los Empacadores lanzó tres pases de touchdown y Nick Collins anotó otro tras interceptar un balón, con lo que Green Bay se encumbró en lo más alto de la NFL al vencer ayer 31-25 a los Acereros de Pittsburgh y conquistar la cuarta corona del Super Bowl en su historia.
Los Empacadores ganaron las primeras ediciones del campeonato de la NFL, con Vince Lombardi como entrenador y Bart Starr de mariscal de campo. El otro fue atrapado con Brett Favre en 1997.
Pittsburgh estuvo abajo 21-3 poco antes del descanso, pero con una gran actuación de su quarterback Ben Roethlisberger se acercó 28-25 al promediar el cuarto periodo con un pase de touchdown y sumar dos puntos en la conversión.
Roethlisberger tuvo otra oportunidad. Forzado a avanzar 87 yardas con 1:50 por jugar, el mariscal no logró traspasar el balón del medio campo.
Luego que los Empacadores agotaron los últimos segundos, Rodgers -consagrado como el Jugador Más Valioso del partido- se apoderó del balón y empezó a saltar de alegría. Bajo una lluvia de confeti y serpentinas doradas, se fundió en un abrazo con su compañero Clay Matthews Jr en el centro de la cancha del estadio en el norte de Texas.
"Este es un día fabuloso para ser fabulosos", dijo Jennings.
"Hemos sido un equipo que todo el año logró superar adversidades", añadió. "Nuestro capitán se lesiona, con la voz quebrantada en el vestuario. Nuestro principal adversario se lesiona, muchas emociones en el vestuario. Pero supimos encontrar la forma de inspirarnos en eso para emplearlo en el campo".
Esta fue apenas la segunda vez que Pittsburgh sucumbe en un Super Bowl. Los Acereros se mantienen como el equipo más laureado con seis y comparten el récord de más presentaciones con ocho.
Green Bay dominó la primera mitad, en la que Rodgers lanzó dos pases de touchdown.
Bisoños en este tipo de citas, los campeones de la Conferencia Nacional arrancaron a todo vapor.
Se suponía que Pittsburgh era el equipo de la experiencia -su tercera presencia en seis años- pero su primer tiempo estuvo marcado por lesiones y descuidos con el balón. Muy bien se hubiesen puesto a lamentarse con la cantante Christina Aguilera, quien se equivocó con la letra al entonar el himno nacional.
Green Bay sacó ventaja 14-0 con touchdowns en jugadas sucesivas: un touchdown de 29 yardas gracias a la atrapada de Jordy Nelson y luego el pase interceptado de Collins.
Rodgers aumentó la diferencia 21-3 al conectar un pase de 21 yardas a Greg Jennings. El ovoide pasó zumbando cerca del safety Ryan Clark. Jennings hizo ver fácil una exigida atrapada. Esa ofensiva se propició tras una intercepción de Jarret Bush en el medio campo.
Roethlisberger fue de menos a más.
Luego del touchdown de Jennings, Roethlisberger orquestó una ofensiva desde bien atrás de su territorio, que incluyó un pase de 37 yardas a Antwaan Randle El. Pittsburgh culminó un avance de 77 yardas con siete jugadas con un pase de touchdown de ocho yardas atrapado por Hines Ward.
LAS LESIONES AFECTARON A AMBOS
Los Acereros sufrieron las bajas del tackle derecho Flozell Adams (hombro), el cornerback Bryant McFadden (cadera) y el receptor Emmanuel Sanders (pie) por golpes. McFadden y Adams reaparecieron posteriormente.
En Green Bay, su receptor Donald Driver salió con un golpe en el tobillo y su cornerback Charles Woodson quedó fuera al fracturarse la clavícula izquierda.
La concurrencia fue de 91,060 espectadores que pagaron entrada o 103,219 al sumar a los "acreditados", pero se quedó corta del récord.
El primer Super Bowl en el estadio de los Vaqueros, una impresionante estructura que costó 1,200 millones de dólares, coronó una semana con un clima de nieve y frío que provocó toda clase de inconvenientes.
Las cosas tampoco salieron a pedir de boca el día del partido, ya que se declaró insegura una zona de butacas temporales. Aproximadamente 1,250 aficionados fueron cambiados de lugar: 400 a quienes no se les permitió permanecer dentro del estadio y 850 que fueron colocados en otro sitio dentro del mismo.
Varios famosos y políticos concurrieron. Estaba el ex presidente George W. Bush y el jugador de beisbol Alex Rodríguez, a quien se le vio cuando la actriz Cameron Díaz le daba palomitas de maíz.
Como siempre, fue un derroche de espectáculo que coronó una temporada en el que la Liga alcanzó nuevas cumbres de popularidad, pese a una serie de tribulaciones fuera de la cancha. Ahora se abre el compás a la incertidumbre ante la amenaza de una paralización debido a que los dueños de equipos y los jugadores no se han puesto de acuerdo en torno a un nuevo contrato colectivo.
El dato
Usualmente, Mike Tomlin, coach de los Acereros, es muy tranquilo durante los partidos. Ayer parecía un león enjaulado.
Frase
"Siento como si hubiera defraudado a la ciudad, a los aficionados y a mis compañeros".
Ben Roethlisberger
AP
ARLINGTON, Texas.- Los Acereros tenían la manija. Rashard Mendenhall tomó la pelota con toda la intención de dar otro paso en la gran remontada de Pitts-burgh.
Pero algo pasó: un golpe tremendo, la pelota se despidió de las manos de Mendenhall y Greg Bishop se apoderó de la misma para bendición de los Empacadores de Green Bay.
Acabó como el error más costoso de una noche repleta de ellos para los Acereros. Green Bay levantó ayer el trofeo Vince Lombardi con una victoria 31-25.
El balón perdido por Mendenhall en la primera jugada del cuarto periodo, el tercero suelto por Pittsburgh en el duelo, fue lo que permitió a los Empacadores poner el freno, después que los Acereros lograron acercarse tras quedar abajo 21-3 en los primeros compases.
No hay que olvidar que Ben Roethlisberger tiró dos pases que fueron interceptados, uno de los cuales fue devuelto 37 yardas para un touchdown de Nick Collins y con el que Green Bay se puso arriba 14-0 cuando habían transcurrido 12 minutos de juego.
Al comenzar el último cuarto, los Acereros tenían segunda oportunidad y dos por avanzar en la yarda 33 de Green Bay.
Fue entonces cuando se produjo la jugada determinante.
Mendenhall recibió la pelota, pero Clay Matthews metió su hombro derecho para detener en seco al corredor y luego el gigante Ryan Pickett le embistió. El resultado fue un choque que dio miedo: la pelota salió despedida y Bishop se la llevó. Los Empacadores acabaron anotando un touchdown en su posesión.
¿Qué pasó?
La defensa de Acereros fue borrada.
n Troy Polamalu pasó de largo en una tacleada. James Harrison fue casi invisible.
n El juego que caracteriza a Pittsburgh, rudo y violento en su defensa, brilló por su ausencia.
n La formación defensiva, encabezada por Brett Keisel, ejerció cierta presión sobre Rodgers, pero no fue consistente.