Aunque en el papel la Oferta Pública de Adquisición (OPA) colocada en los mercados por el Grupo México para hacerse del 85% del capital del Grupo Aeroportuario del Pacífico pone en jaque a los tres grupos en control de éste, el mate está aún lejano
De hecho, entre el dicho y el hecho de que la empresa de Germán Larrea Mota Velasco se adueñe de las concesiones con que operan los 12 aeropuertos del emporio, podría darse el caso de que el asunto rebotara hasta una sala de la Suprema Corte.
La vela en el entierro del máximo tribunal del país la daría el que se enfrenta desde un ángulo una violación a la Ley del Mercado de Valores y desde otro la protección de la Ley frente a derechos adquiridos.
El largo camino remontaría a la forma en que el Gobierno zedillista planteó la privatización de las terminales, cuyas joyas de la corona las constituyen Tijuana, Guadalajara y Manzanillo.
De acuerdo al esquema, en calca del planteado por el salinismo para la desincorporación de Teléfonos de México, la concesión de las terminales se dio en forma unitaria, planteándose la exigencia de una empresa que las administrara, cuyas acciones se integrarían en un "paquete de control". Este, de acuerdo al esquema, podría equivaler a sólo el 7% del capital de la docena de aeropuertos.
Y aunque en la actualidad el porcentaje detentado por las firmas Controladora Mexicana de Aeropuertos y las españolas Abertis y AENA, esta última propiedad del gobierno español, alcanza el 15%, hete aquí que las reformas a la Ley del Mercado de Valores aprobadas por el Congreso impiden ese tipo de distingos.
Dicho con todas las letras, realizada la segunda fase de la privatización, es decir colocar el resto del capital en los mercados bursátiles de México y los Estados Unidos, hete aquí que aun cuando alguna persona física o moral adquiera la mitad de los valores, es decir 42.5% del capital, no podría tener opción de colocarse como socio mayoritario.
Ahora que en presunción de ello, la empresa de control del Grupo Aeroportuario del Pacífico plasmó en sus estatutos que nadie podría adquirir más del 10% de las acciones en circulación, aunque aceptando que quien llegara al porcentaje tendría derecho a un asiento en el Consejo de Administración.
De existir un remanente sobre el tope, éste debería de venderse de inmediato.
Como usted sabe, la OPA colocada en la mesa por el Grupo México llegó cuando éste había alcanzado un porcentaje cercano a 24%.
El primer round, pues, será dirimir en los tribunales si el estatuto interno de una compañía en bolsa está por encima de la ley, en cuyo marco no hay objeción alguna para acumulación de porcentajes accionarios. De hecho, el asunto remite al largo pleito entre el Grupo Vitro y Banamex, que estalló cuando éste se presentó a una asamblea de la principal fabricante de vidrio en México, exigiendo dos asientos en su Consejo de Administración, al acumular una posición de 13% vía la compra de papeles en circulación de la firma con sede central en Monterrey.
El alegato de Vitro señalaba dos violaciones a sus estatutos internos: la imposibilidad de acumular en unas solas manos más del 5% de los papeles en el mercado, y el que el comprador es subsidiario de una firma extranjera, en este caso el Citigroup de Estados Unidos.
El pleito, al final del día, lo ganó Banamex, quien demostró que los papeles los había adquirido a cuenta de sus clientes, por más que el fondo del asunto fue que ningún estatuto interno puede estar por encima de la ley.
Ahora que en otra fase del pleito en puerta, los accionistas de control de GAP alegarán derechos adquiridos que impiden su desplazamiento, aun cuando alguien asumiera la totalidad de los papeles en circulación.
Por lo pronto, en el inaudito, las firmas nacional y españolas que estaban a la greña por el control del grupo aeroportuario, a cuya vera se han cruzado demandas tras demandas, se han unido ante lo que pareciera el enemigo común.
Y, por lo pronto, del otro lado de la mesa el Grupo México ya presentó ante la Comisión Federal de Competencia las telas de su Oferta Pública de Adquisición, en afán de obtener el visto bueno de la dependencia frente a una eventual aceptación de ésta y su llegada como socio mayoritario al GAP.
Vamos en serio y con todo, sería el mensaje.
BALANCE GENERAL
A la callada, la firma Mex Gas Internacional, conocida como MGI, subsidiaria de Petróleos Mexicanos, acapara las importaciones de gas licuado de petróleo que realiza la filial de la empresa pública Pemex Gas.
El problema, naturalmente, no es la existencia de ésta o de las funciones que ejecuta, sino los métodos empleados.
Hete aquí que las compras se realizan sin licitación al calce, con la novedad de que se llegan a superar en un solo evento de adquisición 300 millones de dólares.
La sospecha, además, son los precios, dado que hasta hace unos meses el costo por galón del combustible era de 10 a 15 centavos por encima de la referencia internacional conocida como Hunt Beliu. Sin embargo, hoy, bajo la administración de Jordi Herrera, el sobreprecio es de 40 y hasta 50 centavos.
OTRA DE GOLD GROUP
Significada por su tendencia a provocar conflictos en las regiones en que opera, hete aquí que la firma extractiva canadiense Gold Group ya logró otro, en su pretensión de explotar una mina a cielo abierto en Veracruz... a sólo tres kilómetros de la nucleoeléctrica Laguna Verde.
La alerta roja ha provocado la integración de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental, quien ha recurrido al auxilio de todas las instancias.
El proyecto ubica 19 mil 650 hectáreas de los municipios Alto Lucero, Gutiérrez Barrios y Actopan, a 60 kilómetros del puerto de Veracruz. Los trabajos de exploración en la mina se iniciaron en 1999, y tres años después los de perforación.
PREMIAN A SERRA PUCHE
¿Se acuerda usted de Jaime ("Jaijo" para los cuates) Serra Puche, aquel que duró 28 días en el gabinete de Ernesto Zedillo como secretario de Hacienda, al caerle sobre la espalda el llamado "error de diciembre" que provocó la más brutal devaluación de la moneda mexicana del último medio siglo?
¿Se acuerda usted que éste le planteó a los integrantes de la directiva del Consejo Coordinador Empresarial la disyuntiva de devaluar de golpe o ensanchar la banda de flotación del peso, lo que provocó una colosal fuga de capitales?
¿Se acuerda usted que, en afán de desterrar todo lo que oliera a su antecesor en el cargo, Pedro Aspe Armella, desmanteló a la dependencia, dejándola sin interlocutores para explicar la medida en los mercados internacionales?
Bien, pues el ex funcionario acaba de recibir un "reconocimiento especial" del Consejo Mexicano de Comercio Exterior división Noreste por su "visión" por promover el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.