Missoni. Cada textil que se encuentra en el resort fue diseñado por la marca italiana.
Donatella Versace, Giorgio Armani y Ralph Lauren imprimen su sello de “buen gusto” en las paredes, camas, baños y albercas de cinco hoteles. Conócelos y deja que tus sueños sean diseñados.
Palazzo Versace, Australia
La diseñadora italiana cuando pisó por primera vez la Costa de Oro, imaginó que a la orilla de esas aguas color turquesa le gustaría construir un palacio y lo cumplió. Tras una construcción de blanco impecable se albergan 205 cuartos, 72 condominios y una marina.
Cada habitación tiene diseño y accesorios exclusivos de la marca Versace Homewares. Bar con vajilla y vasos de cristal cortado, juegos de té y café de porcelana, DVD, consola de PlayStation, ropa de cama en seda, menú de cinco almohadas, mayordomo privado opcional, entre otras grandes curiosidades como los pisos térmicos en habitaciones y baños.
El resort combina diferentes estilos arquitectónicos, techos de palacios españoles, columnas romanas, un poco de art déco y espacios minimalistas.
Armani Hotel, Dubai
Dentro del edificio más alto de Dubai, con 800 metros, se localiza la propiedad en la que Giorgio Armani, puso una vez más, su buen gusto.
En la recepción la frase “Un mundo de sofisticada belleza” da la bienvenida al cliente que disponga de 800 dólares para pagar una noche en su habitación delux, que no por eso deja de tener pisos y paredes forradas de maderas preciosas, accesorios en acero inoxidable, cada uno pulido a mano.
El hotel se distribuye de la planta baja al piso 16 y del 19 al 39. En todos sus espacios se encuentran asesores de moda para ayudarte a elegir el mejor atuendo a la hora de cenar en uno de sus ocho restaurantes, o ir a tomar un trago en el club Armani Privé. Otras instalaciones: galería, spa, tienda de bombones y dulces, florería y boutique.
Missoni Hotel, Edimburgo
La firma italiana especializada en el tejido de punto, en usar una amplia gama de tonos y tejidos gráficos, llevó a la capital escocesa sus técnicas para crear todo un mundo de color.
El hotel cuenta con 136 habitaciones con decoraciones artesanales exclusivas, como los edredones tejidos a mano al igual que las fundas de las almohadas y las cortinas. Las líneas, los puntos, las grecas y el zig-zag contrastan con las paredes forradas en aluminio o pintadas en azules, fucsia, morados y naranjas. Y así encontramos el restaurante, el bar y el spa.
Pero nosotros vamos a darle una “estrellita” a su restaurante de cocina italiana. No sólo porque se pueden probar platillos típicos, sino porque también cuenta con una exclusiva cava de vinos europeos. El ambiente se ameniza con música lounge y electrónica.
El último fin de semana de cada mes, el hotel organiza pasarelas en donde los huéspedes participan como modelos y son retratados por reconocidos expertos de la lente.
Maison Moschino, Milán
Tras una fachada neoclásica se esconden las habitaciones más caprichosas que alguien haya imaginado. Son 65 cuartos diseñados por la heredera del imperio Moschino, Rossella Jardini.
No hay habitación ni espacio que tengan el mismo color o el mismo diseño. Una podrá estar totalmente pintada de blanco, pero con una cama que simula un gigante y largo vestido de terciopelo rojo. Otra podrá ser negra con repetidas “z” que se desprenden del techo o aquélla con una sala verde olivo y lámparas que emulan palomitas de maíz.
Valdrá la pena sentarse en sus mesas, en forma de tazas, para degustar un capuchino o una copa de vino. También tirarse en alguno de sus puffs con forma de pastel o tartaletas para leer un libro y esperar el turno para recibir un manicure o pedicure gratis. Tarifas desde los 180 euros por noche.