¿Hacernos tontos?
Yo me pregunto: ¿para qué nos hacemos tontos? ¿De qué sirve que la ley electoral que promulgó en 2007 la clase política diga que no pueden empezar las precampañas electorales hasta el 18 de diciembre y las campañas hasta el próximo mes de marzo? La verdad es que los siete aspirantes están haciendo campaña abiertamente con anuncios de radio y televisión, en el caso de Andrés Manuel López Obrador, y presentaciones de campaña y entrevistas en el de los demás. Nadie puede o se atreve a suspender estos esfuerzos.
Pero además qué absurdo sería que los siete magníficos permanecieran encerrados, amarrados y amordazados hasta el 18 de diciembre. ¿Por qué no podemos conocer los ciudadanos cuáles son las ideas y los principios de quienes quieren gobernar nuestro país desde el 2012 hasta el 2018?
Nos dicen los burócratas electorales que los aspirantes sí pueden expresar sus puntos de vista, incluso en presentaciones de campaña, a pesar de que no pueden empezar todavía ni las campañas ni las precampañas, siempre y cuando no pidan el voto de los ciudadanos. Pero entonces ¿qué sentido tuvo establecer la prohibición?
Nos dicen también que los aspirantes sí pueden debatir, siempre y cuando no lo hagan invitados por una estación de radio o de televisión en un encuentro que se programe previamente. La restricción es una de esas pesadillas burocráticas que los políticos adoran, pero que no tienen ninguna lógica ni sentido.
Afirman los políticos que la ley es lo mejor que pudo haber ocurrido porque de esta manera se garantiza la equidad de los contenientes a cargos de elección popular. Pero ¿hay realmente equidad? ¿Por qué entonces se le ha permitido a Andrés Manuel López Obrador tener sus spots políticos desde hace años, en los tiempos generosamente ‘cedidos’ por el Partido del Trabajo y Convergencia, mientras que a los demás se les han vedado esos espacios?
A los ciudadanos comunes y corrientes se nos prohíbe contratar tiempos de radio y televisión para expresar nuestras ideas políticas. En México sólo los políticos tienen derecho a esos espacios y únicamente a través del monopolio del IFE. Sin embargo, sí se pueden hacer esas contrataciones en periódicos y en Internet.
Estaban tan interesados los legisladores en golpear a las emisoras de radio y televisión que no les importó violar el derecho a la libre expresión de los ciudadanos. Los mismos legisladores revelaron tener una mentalidad de la edad de las cavernas. No se dieron cuenta de que en los tiempos de la convergencia digital, la radio, la televisión, los periódicos, Internet e incluso la telefonía, son la misma cosa. La información pasa de un medio a otro de manera constante.
Yo me pregunto: ¿para qué nos hacemos tontos? Pero quizá me estoy equivocando en la pregunta. Más bien deberíamos decir: ¿por qué nos quieren hacer tontos los políticos con leyes tan absurdas como la electoral de 2007? O quizá, ¿por qué son tan tontos los políticos que hicieron la reforma?
Twitter: @sergiosarmient4