Muertos. El hallazgo de los cuerpos provocó expectación y temor entre la población que se percató de lo sucedido.
Durante la tarde de ayer fueron dejados en distintos puntos de la ciudad de Torreón los cuerpos sin vida de cinco personas del sexo masculino.
Cuatro de ellos se encontraban atados de pies y manos con cinta industrial, sus cabezas cubiertas con bolsas de plástico y con visibles huellas de tortura.
REPORTE OFICIAL
Voceros de la Fiscalía General del Estado informaron que los cuerpos fueron dejados a partir de las 18:30 horas y con aproximadamente quince minutos de diferencia.
Los primeros dos cuerpos fueron abandonados a las afueras de las taquillas de las instalaciones de la Feria de Torreón. Ahí las autoridades encontraron dos cuerpos, uno de ellos vestía playera blanca y pantalón de mezclilla, el segundo vestía pantalón de mezclilla y playera oscura, ambos tenían los pies y manos atados con cinta industrial y sus cabezas tapadas con bolsas de plástico.
Además de las huellas de tortura tenían un disparo de arma de fuego en la cabeza.
Minutos después fue encontrado otro cuerpo con las mismas características en avenida Ocampo y calle 32, éste vestía pantalón negro, sin camisa y se encontraba envuelto en un cobertor y una cobija.
La cuarta víctima fue abandonada en el estacionamiento de la Unidad Deportiva de Torreón, por el bulevar Revolución. Esta persona vestía pantalón de mezclilla y calcetines blancos.
Finalmente en la calle Josefa Ortiz de Domínguez y privada Artículo 123 de la colonia Esparza fue dejado un quinto cuerpo. A diferencia de los otros éste tenía la boca y los ojos cubiertos con cinta de aislar y las manos y pies atados con tiras de tela, además presentaba quemaduras en gran parte de su cuerpo y al menos una herida de arma de fuego en la cabeza.
Extraoficialmente se dijo que las víctimas eran presuntos secuestradores y extorsionadores.
Personal de la Fiscalía General del Estado acompañados por el agente del Ministerio Público y elementos de las policías municipal, estatal y federal así como del Ejército mexicano, acudieron a dar fe de los hallazgos.
Los cuerpos de las víctimas fueron enviados al Servicio Médico Forense, donde se les realizaron los exámenes correspondientes de necropsia.
