La mejoría de la población mexicana en materia económica y de acceso de bienes y servicios sólo es palpable en un periodo de largo plazo, hecho que trasciende a varias generaciones.
De 1980 a la fecha, se puede resumir que el país se convirtió en una nación de renta media, pero la mala distribución de esa riqueza se acentuó y no toda la población logró acceso a la modernidad.
En 1983, 10 por ciento de las familias de mayores ingresos se quedó con 33.63 por ciento del ingreso nacional; en 2008, el último periodo donde se realizó tal medición, esa participación llegó a 36.3 por ciento. Sin embargo, aumentó ligeramente el acceso general a nuevos satisfactores. Hace 3 décadas las familias mexicanas gastaban 8.9 por ciento en educación y esparcimiento; actualmente, ronda en 13.5 por ciento. En tanto, el gasto en salud y cuidados personales, apenas avanzó de 2.8 a 3.1%. Asimismo, se incrementó el consumo de ropa importada, cuyas compras al exterior crecieron más de mil por ciento en el periodo.
Analistas coincidieron en que ha aumentado considerablemente el acceso a varios bienes y servicios, más que antes, sin embargo, un ingreso más elevado y equitativo es la deuda de México en los últimos 30 años.
La economía mexicana ha tenido avances importantes desde la perspectiva macroeconómica, aunque esto no se ha reflejado en una mejoría en el salario y bienestar de toda la población, comentó Juan Sherwell, director de la Egade Business School.
"En lo individual es en donde no hemos visto un crecimiento importante en los salarios, en las últimas décadas; ha habido una mejoría marginal en los últimos años; la economía ha crecido bien en el agregado pero no en lo individual", dijo.