Tumba. Así luce la tumba del General de División Sixto Ugalde, quien permaneció al lado de Francisco Villa y de Francisco I. Madero.
En el Panteón San Francisco, de Matamoros, hay más de 32 mil tumbas en las 14 hectáreas, 140 mil metros cuadrados que lo conforman.
Es el Panteón Municipal de la ciudad y está ocupado al 90 por ciento de su capacidad, sólo queda espacio para 100 personas y otros 20 espacios más de 3 por 3 metros (gavetas de 9), no obstante el Ejido El Tres, que es el propietario de otros terrenos contiguos al panteón, y es el que ha estado vendiendo más espacios a los habitantes interesados.
El panteón guarda los restos de los ex presidentes municipales Humberto Luna Ibarra y Jesús Ríos Rueda.
También integrantes de familias representativas e importantes de la región como los Ceballos Cancino, Nasser y Massu.
Una de las tumbas más antiguas es la de Mauro Chavero, quien falleció en 1910.
No obstante, también hay tumbas que prácticamente desaparecieron debido al descuido en el que se encuentran. El olvido de su tumba se refleja también en el olvido de sus hazañas.
"Aquí estaba la tumba de un piloto aviador que falleció en un accidente, creo de apellido Betancourt", dice el administrador del panteón, Arturo de la O Olivares, quien señala la tumba destrozada cuyas columnas están ya en el piso. En el interior del panteón también está la tumba del General de Brigada Sixto Ugalde (fallecido en 1917) uno de los generales de división durante la Revolución.
