La derrota de Miami el pasado jueves suscitó numerosas interrogantes para los próximos dos días. Heat de Miami no tiene nada que celebrar contra Dallas
MIAMI, FLORIDA.- Otra vez LeBron James y Dwyane Wade se dejaron seducir por el bullicio de sus admiradores en cancha propia y terminaron acusados de celebrar prematuramente cuando todavía no tenían el triunfo en el bolsillo. Y otra vez ambos se lavaron las manos.
Las exaltaciones de júbilo del Heat de Miami a mitad del último cuarto del partido del jueves por la noche tuvo sus consecuencias.
Los Mavericks de Dallas reaccionaron con coraje, remontaron una desventaja de 15 puntos y lograron una victoria sorpresiva en el segundo partido de la final de la NBA.
Con esa recuperación de Dallas, la serie terminó empatada 1-1 en tanto que los siguientes tres encuentros se disputan a partir del domingo en Dallas.
El Heat rechazó que hubiera habido un desbordamiento de entusiasmo cuando Wade acertó una canasta de tres puntos frente a la banca de los Mavericks para la ventaja 88-73 con 7:14 de juego. James y Wade incluso negaron que hubieran festejado.