Muertes. En México, desde 2000 han muerto 77 comunicadores, nueve de ellos en este año.
Un día después del hallazgo de los restos de la periodista María Elizabeth Macías Castro, en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, prevaleció el silencio sobre el tema en los medios de comunicación de aquella entidad, incluyendo al diario Primera Hora, en el cual, según la Procuraduría de Tamaulipas, la víctima era jefa de redacción.
Luego del comunicado oficial del gobierno de Tamaulipas, en el que se confirmó el asesinato de la periodista, quien fue encontrada decapitada, la Procuraduría del estado mantuvo total hermetismo sobre el caso. "La Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas lleva a cabo las investigaciones correspondientes", fueron las últimas palabras del gobierno sobre el caso.
Organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos en Tamaulipas también rechazaron dar opiniones sobre el hecho, argumentando preferir mantenerse al margen de "temas delicados".
Ayer domingo, el periódico Primera Hora de Nuevo Laredo no le dedicó ni una línea en su editorial al tema y tampoco publicó la muerte de la periodista. El medio sólo se refirió al hallazgo de un cuerpo decapitado de mujer "sin identificar".
Otro de los pocos medios que se refirió al caso (sin citar que la víctima era jefa de redacción) fue el portal de noticias Hoy Laredo Noticias, con la nota titulada "Aparece decapitada en la Paseo Colón".
Además, los periódicos más importantes del estado como El Expreso, El Mercurio y El Diario, de Ciudad Victoria; El Bravo, de Matamoros o El Mañana, de Reynosa, tampoco dieron a conocer el homicidio, a pesar de que el hecho fue confirmado por la Procuraduría el pasado sábado a las 10 de la noche. En Twitter el tema sí fue difundido. El Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) lamentó el crimen y afirmó que el Estado mexicano debe poner a operar el mecanismo de protección comunicadores y defensores de los derechos humanos.
Brisa Solís, directora de Cencos, dijo que se requiere investigar todos los casos de los comunicadores asesinados por el crimen organizado. "Los periodistas están viviendo momentos delicados", mencionó la activista.
