Reacciones. Entre médicos se dividió la postura en favor y en contra del paro de labores en protesta y exigencia para las autoridades por el esclarecimiento del asesinato del ginecólogo Javier Roqueta Fregoso. Los pacientes expresaron su molestia a causa de las citas canceladas. LUIS ERNESTO LOZANO / EL SIGLO DE DURANGO
"Es el doctor que asesinaron", decían los pacientes que pasaban junto a la fotografía del galeno Javier Roqueta Fregoso, rodeada de flores y velas, cuya ofrenda ocupó la entrada al Hospital General Santiago Ramón y Cajal del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Afuera, aguardaban médicos especialistas, directores del hospital y el Delegado, quienes trataban de dar razón de su paro.
Al interior, el nosocomio lucía con menor afluencia en comparación con un día normal. La gente se regresaba con sus radiografías en la mano; algunos, molestos; otros, resignados a esperar la reprogramación de su consulta.
Los médicos que estaban en el exterior trataban de dar cuenta de los motivos de la inactividad.
Donde se brindó la atención de manera normal fue en la clínica familiar del ISSSTE; en los pasillos la gente comentaba lo que escucharon en los medios: "dicen que no hay médicos pero sí nos están atendiendo".
TRABAJARON POCAS HORAS
El Hospital General de Zona número uno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también se unió al paro. Algunos médicos acudieron las primeras horas de la mañana pero pasadas las 09:00 se fueron al homenaje ofrecido en la Facultad de Medicina de la UJED.
Consultorios estaban cerrados y otros, con pocas personas en espera.
"Salí de consulta y en eso la señorita nos dijo que el médico ya se iba".
Las quejas de los derechohabientes hacia las personas que pudieron identificar de un medio de comunicación fueron por la escasez de medicamentos, una vez más.
Por otro lado, en las Unidades de Medicina Familiar (UMF), donde se supone que la atención no se suspendió, derechohabientes se abstuvieron de acudir ante el anuncio del paro.
El la UMF número 44 desde el jueves por la tarde, los pacientes cuestionaban al personal sobre el paro, pues había quienes querían consultar al médico luego de recoger sus exámenes de laboratorio; otros requerían hacer uso de esta área. No hubo respuestas.
A diferencia de los nosocomios federales, el Hospital General de Durango lucía tan lleno como siempre, al mismo tiempo que gran cantidad de personas se regresaban al no recibir atención.
Consultorios privados ubicados al oriente de la ciudad y en el centro tenían un moño negro en su fachada; también estaban cerrados.
El apoyo del gremio se vio dividido: mientras unos acudieron y señalaron como falta de ética la ausencia de sus compañeros, otros pedían comprensión; "no sabemos quién será el próximo".
En el IMSS
Mamás que llevaban a sus niños con el pediatra comentaron que no se les atendió en consultorio pero las enviaron a Urgencias.
Atención
Solo el ISSSTE mantuvo personal en la entrada de su hospital general para informar a los pacientes sobre el motivo del paro de labores.
Ausentes
Al homenaje del galeno ultimado no acudieron autoridades de ninguna dependencia de Salud, Gobierno ni del Colegio Médico.
