Violencia sectaria. Musulmanes filipinos han generado acciones violentas ya que buscan la separación política.
Miles de civiles huyen del sur de Filipinas por una serie de enfrentamientos armados entre Ejército y rebeldes musulmanes en la provincia de Zamboanga Sibugay, donde el gobierno declaró ayer un toque de queda.
La Oficina de Protección Civil confirmó hasta ayer por la tarde que más de 16 mil personas han huido en los últimos días de cuatro ciudades del sur de archipiélago, luego de aviones de la fuerza aérea bombardearon posiciones rebeldes de la aldea de Payao, en Zamboanga Sibugay. La mayoría, al menos 10 mil 800, fueron desplazados este martes de tres ciudades en la provincia de Zamboanga Sibugay, ubicada en la isla de isla de Mindanao, según reporte de la edición electrónica del diario The Philippine Star.
Miles de civiles más también han huido de la localidad de Barka, en provincia de Basilan, donde 19 soldados murieron la semana pasada en un enfrentamiento con guerrilleros musulmanes. Ante el recrudecimiento de la violencia, el gobierno de Filipinas declaró ayer un toque de toque de queda en toda la región de Zamboanga Siburgay, para garantizar la seguridad de la población civil.
El toque de queda estará en vigor desde las 22:00 horas locales hasta el amanecer en las tres provincias de Zamboanga, incluidas las ciudades de Dapita, Digolog, Isabela, Pagadian y Payao, donde seis rebeldels y dos soldados perecieron ayer martes en combate.
DEFIENDE ACCIONES
En un mensaje televisado, el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, defendió ayer la acción militar, aunque descartó que ésta significara la reanudación de una guerra abierta contra la guerrilla del FMLI.
El Gobierno y el FMLI retomaron las conversaciones de paz en febrero, pero unas semanas después el grupo rebelde sufrió la escisión de un comando que rehusó renunciar a la independencia de la zona de influencia musulmana en el sur de Filipinas.
El FMLI, constituido en 1984, fue el resultado de una escisión en el seno del Frente Moro de Liberación Nacional, cuando éste se aceptó negociar una solución que no fuese la independencia.
La guerrilla dispone de unos 12 mil combatientes.
Casi cuatro décadas de conflicto étnico, religioso y tribal han causado miles de muertos de los dos bandos y cerca de dos millones de refugiados en una de las áreas más pobres del archipiélago.
