Un día después de la cena del presidente Felipe Calderón con la jerarquía Católica del país, la oficina de Los Pinos informó que el mandatario reconoció los aportes de la Iglesia en diversos órdenes de la vida nacional, como es el combate a las adicciones.
El titular del Poder Ejecutivo federal recibió a obispos, cardenales y al nuncio apostólico Christophe Pierre en Los Pinos la noche de ayer lunes a las 19:30 horas.
El Estado Mayor Presidencial no permitió acercarse a los periodistas con los representantes de la Iglesia.
El arzobispo de Tlalnepantla y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Aguilar, y el nuncio agradecieron a Calderón la invitación a la casa presidencial.
Los jerarcas destacaron que "reuniones como ésta contribuyen a fortalecer las relaciones constructivas y respetuosas que deben caracterizar la relación del Gobierno Federal con las asociaciones religiosas".
Aguiar, quien también es Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, informó al Ejecutivo Federal que la nueva edición de la Asamblea General de la Conferencia del Episcopado Mexicano tendrá como punto de partida un diagnóstico sobre la situación de la educación en nuestro país.
Calderón "reconoció la contribución de la Iglesia Católica en diversos órdenes de la vida nacional, destacando la labor que cotidianamente se realiza en escuelas y centros parroquiales para formar a niños, adolescentes y jóvenes".
Además, Calderón "destacó el testimonio diario de sacerdotes, religiosas y laicos en la defensa de los derechos humanos, en la protección de niños, enfermos y ancianos desamparados, así como en la protección de los migrantes, auxilio a las víctimas de desastres naturales, en el combate a las adicciones, a la violencia intrafamiliar y a la desintegración familiar".
Para la Presidencia de la República "el diálogo recurrente entre los tres órdenes de Gobierno con las distintas iglesias, agrupaciones y asociaciones religiosas representa un compromiso estrechamente vinculado a la consolidación de un Estado democrático de derecho".
El presidente de México estuvo acompañado por el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora.
Entre los miembros del Episcopado Mexicano estuvieron el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Monterrey; el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, y el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Arzobispo de Guadalajara, entre otros.