ALABAMA, EU .-Las iglesias hispanas, que en gran medida pasan desapercibidas para los nativos que hablan inglés, se han convertido en lugares importantes de reunión para los que se oponen a la ofensiva del estado contra la inmigración ilegal, de manera similar a las iglesias negras que albergaron el movimiento de derechos civiles en el sur durante las décadas de 1950 y 1960.
Los pastores hispanos están ayudando a sus feligreses a entender y lidiar con las consecuencias de la ley, dicen los activistas, y varios ofrecen consuelo espiritual a los pobladores que ahora viven temerosos sin importar su situación migratoria.
En ciudades grandes y pequeñas, construcciones que son propiedad de congregaciones hispanas están siendo usadas para reuniones y talleres para explicar en español el alcance de la nueva ley y los derechos de los afectados a los miembros de la comunidad, muchos de los cuales no hablan inglés.
La participación de la iglesia es aún más profunda. Líderes de lugares tan lejanos como Arizona se reunieron en una gran iglesia hispana en Albertville a principios de este mes para ayudar a organizar la oposición local a la ley, y otra iglesia de la zona fue sede de una reunión que atrajo una multitud el mismo fin de semana.