Trataré de explicar Twitter. (NO TE VAYAS: LO VAS A APRENDER).
Quiero hacerlo sin entrar del Pe a Pa, sin detalles técnicos específicos, sólo hablándoles principalmente de la peculiar historia de ese maese que anda bien erizo: el buen @imposibleescalera, un hombre solo y enamorado en secreto de su vecina del piso de arriba. Su ilustrativa historia, que nos ha llegado en su totalidad a través de Twitter, podría animarte a usarlo, aunque yo me conformaría sembrando una pequeña semilla de curiosidad o de morbo en tu cabeza: "La noche es el espejo de la sombra".
El propósito de contar su historia surge de un hecho importante: las redes sociales han sido factor clave en los acontecimientos políticos de los últimos años: desde el fenómeno Obama, hasta los recientes levantamientos del mundo árabe, WikiLeaks incluido. Ahora, en Egipto, el pequeño pulgar, inmediatez click del aparatejo, hizo mella macizo, y Twitter armó de cohesión a los distintos. Así, en nuestro México, ante nuestros retos inmensos, y al margen de los atrasos aun en penetración de Internet, es imprescindible que quienes puedan se procuren del aparatejo y aprendan a usarlo; sólo así seremos más poderosos como ciudadanía.
La base es que en Twitter todos pueden compartir lo que sea, accesar cualquier información, o lo que venga a cuento. De allí la historia de @imposibleescalera. Un buen día decidió abrir su cuenta, colgar su foto, y de allí que conozcamos su apariencia regordeta de jersey Raiders de Stabler, jean sin hebilla, cachucha caterpilar. Que su perfil carezca de ubicación es insignificante: lo importante es que su amor llegue a consumarse, la realización de un sueño, oh! @imposibleescalera.
Gracias a Twitter he podido vivir ese unilateral romance que, aunque todavía luce improbable, a veces asoman visos de que podrá ser. Es una novela formándose inmediata. @imposibleescalera nos cuenta que ella grita todas las mañanas desde el balcón, un aullido indescifrable, una perorata incoherente: "sol bienvenido ayuda diaria déjame llenarme de tu fuerza". Sigue contándonos que un buen día la encontró en el elevador, cargando unos bolsos, y la sintió sudorosa, la percibió impregnada de sobaco, lo que más que repulsión generó una atracción primitiva de deseo animal.
Sí, está medio deschavetado el colega: ¿pero quién no lo está?
Entonces, primer elemento: él decidió abrir su cuenta en www.twitter.com, se tardó cinco minutos, y además decidió que su nombre twittero representara su situación particular: @imposibleescalera. Un enamoradizo de la axila con olfato de sabueso, a la cual le parece imposible conquistar a la chica. Un inseguro de transgresiones por la madrugada, cuando escribe sobre la chica. "Siento que sus pisadas descalzas suenan en el piso de arriba, y me imagino chupando sus pies, como si acariciara una estatua de arena" (cada tuit, es de máximo de 140 caracteres).
Así que al carnalito le gusta la muchachita. Ese es el tema. Y, por ello, desde su intimidad, a través de ese instrumento, quiere contarnos su historia. Te podrá o no interesar. Tú decides si seguirlo, o no. Tú decides si te interesa lo que el está tratando de decirnos. O si prefieres seguir la historia de otro que quiere contarnos los pormenores del transiberiano. O aquel que explica mecanismos diversos de inversión desde China hacia México. O ese otro que está en busca del ceviche perfecto. De todos sin duda podríamos aprender. De otros simplemente deleitarnos con la filigrana de sus letras. Del esfuerzo de unos dedos click, la posibilidad de accesar a la óptica particular de un mundo. Del esfuerzo de unos dedos click, la posibilidad de interactuar, coincidir, debatir y aprender para formar opinión propia. Democrático instrumento de información alejado de los medios tradicionales.
@imposibleescalera cuenta que vio ayer a esa mujer. Es rubia, tiene hombros de mármol. La vio en la calle que baja al río, donde los tejados son rojos y la calle, cuando llueve, se pone cristalina. @imposibleescalera es un poeta. A veces, cuando camina calle abajo, solitario, por las noches, solamente escribe "no sé en qué momento de mi vida empecé a estar tan solo".