Según la revista Forbes, "El Chapo" Guzmán es uno de los hombres más ricos de México, y también un delincuente que el pasado enero cumplió once años de haberse fugado por la puerta principal del Penal de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco; ante la vista gorda de custodios y funcionarios.
Al día de hoy, "El Chapo" sigue libre e impune. El exgobernador de Oaxaca, cuyas irregularidades financieras, sólo durante el último año de su mandato sobrepasan los mil millones de pesos... sigue impune. El exgobernador del Estado de México, cuya fortuna sigue siendo tan inexplicable como cuantiosa (a pesar de la buena tajada que le quitó su esposita francesa que según las buenas lenguas también lo hizo cornudo) sigue impune. Impune sigue también el exgober de Puebla, (innecesario mencionar aquí su perversidad y bajeza) quien al final de su mandato fue despedido con pancartas que decían: "Marín te queremos... ¡pero en la cárcel!" Creo que tampoco hace falta explicar aquello de "Moreira, amigo, el narco está contigo" Y sin embargo el sujeto no sólo sigue bailando, sino por méritos muy reconocidos entre los PRIistas, se le premió con la presidencia de su partido.
Sin que le mueva una sola pestaña la preocupación por las más de 270 demandas en su contra por asesinato y fraudes de todo tipo, la poderosa líder inmoral del magisterio sigue impune. El mero mero líder petrolero que alardea de carísimos relojes, lujoso yate, y otros detallitos: disfruta risueño de su impunidad. Sobre el presupuesto público de un país con más de cuarenta millones de pobres, gravita desde 1986 el Partido Verde Ecologista al que hasta hoy no se le conoce otro propósito que el de prostituirse con el mejor postor. Y para no seguir con una lista que sería interminable; voy a cerrarla mencionando también a los diputados mexicanos, dizque nuestros representantes aunque sólo se representen a sí mismos.
Poquísimos entre ellos, ocupan ese puesto por verdadera vocación de servicio, ya que a lo visto, la mayoría son ejemplo de irresponsabilidad y abuso de poder; que ejercen protegidos por un fuero que les asegura impunidad. Conste que hasta aquí, sólo he querido referirme a los personajes más representativos de nuestra mexicana impunidad. Hombres que hacen la escuela donde los mexicanos aprendemos que con osadía y un poco de suerte, cualquiera puede ser impune. Y usted me va a perdonar pacientísimo lector, pero a largo plazo, hacen mucho más daño a la moral social estos personajes cuyo comportamiento es el ejemplo exitoso y feliz de que el que transa sí avanza. Con su ejemplo, estas personas vacían nuestra inteligencia y nuestro corazón, nos envilecen y nos sumergen en el agua estancada, en la indiferencia, en la fealdad y en el mal.
Ante la riqueza y poder que tan felizmente detentan y ostentan, resulta natural que muchos mexicanos apuesten a la corrupción, ignorando el hecho de que las cárceles en México están llenas de delincuentes pobretones que no tienen con qué comprar su impunidad. Lo que ocurre hoy en nuestro país no es bello ni bueno en muchos aspectos, sin embargo, contamos todavía con inmensos recursos de espontaneidad, de sensibilidad, y de compasión; toda esa magnífica sabiduría que acaba por formar una cultura, y que terminará por imponer el bien social, como lo prueba el hecho de que hoy, la gente del diario está seriamente comprometida en la lucha contra la violencia.
La mayoría de los mexicanos seguimos creyendo en el trabajo, apostamos a la educación de nuestros hijos, y nunca como ahora, surgen todos los días personas y asociaciones no gubernamentales que elevan nuestro ánimo, nos devuelven el entusiasmo; y refuerzan nuestra capacidad de sentir y de entender. Intensifican nuestra inteligencia, nuestra dignidad y nuestro sentimiento moral. Nos dan empuje, fuerza vital, coraje; y nos hace desear el bien. Todo esto se me vino a la cabeza porque encontré entre mis papeles una poesía de Gioconda Belli que transcribo aquí para usted paciente lector que ha llegado hasta el final de esta nota; porque considero que contiene el estímulo sencillo pero esperanzador que necesitamos en este momento: "Uno no escoge el país donde nace/ pero ama el país donde ha nacido/ Uno no escoge el tiempo para venir al mundo/ pero debe dejar huella de su tiempo/ Nadie puede evadir su responsabilidad/ Nadie puede taparse los ojos, los oídos/ Enmudecer y cortarse las manos/ Todos tenemos un deber de amor que cumplir/ Una historia que hacer/ una meta que alcanzar/ No escogimos el momento para venir al mundo/ Pero ahora podemos hacer el mundo/ en el que nacerá y crecerá/ la semilla que trajimos con nosotros.
adelace2@prodigy.net.mx