Juntos. Por primera vez en un acto público no relacionado con la seguridad coincidieron el presidente Felipe Calderón y el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, en la inauguración de la Plaza Mariana, contigua a la Basílica de Guadalupe.
En la inauguración de la Plaza Mariana el presidente Felipe Calderón destacó que México es un país de libertad y de pluralidad.
El mandatario reconoció al jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, la donación de los terrenos.
Causó expectación el saludo entre Calderón y Ebrard, en dos ocasiones, al pronunciar ambos su respectivos discursos.
El jefe de gobierno incluso sonrió cuando Calderón bromeó con el hecho de que su esposa acude cada 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe o que al menos eso es lo que le dice a él.
En su mensaje Calderón dijo:
"México es un país de libertad, de libertades y de pluralidad; de libertad en lo individual y en lo social; de pluralidad en lo individual y lo social; de libertad y pluralidad también, por supuesto en lo religioso".
Calderón añadió que "hoy más que nunca la libertad de creencia es absoluta. Todas las mexicanas y los mexicanos tenemos el derecho de procesar o no, en conciencia, la religión que más satisfaga o que más sea propia de las condiciones de cada persona, sin más límite que el respeto a la ley".