El ibérico apadrinó la confirmación de alternativa de Diego Silveti, ante el testimonio de Arturo Saldívar. Inconforme Ponce con jueces de la México
Convencido de que su actuación dominical en la Plaza México merecía una posición mejor en la estadística, el español Enrique Ponce censuró -veladamente- la forma en que el juez Gilberto Ruiz Torres le mostró los pañuelos desde el palco. El de Chiva sólo cortó una oreja, al segundo ejemplar de su lote.
"Las injusticias joden", subrayó el valenciano mientras abandonaba el coso por el mismo patio de cuadrillas por el que Arturo Saldívar era sacado a hombros, después de agenciarse un rabo y cuatro orejas.
"El primero era de dos orejas y me han dado una y, del otro, la pena fue el pinchazo, porque pienso que también hubiera sido de dos orejas", señaló el maestro a propósito de la faena que firmó ante el astado del hierro de San Isidro que regaló y al que pasaportó al segundo viaje.
"Ha sido una tarde para analizarla, de dos faenas grandes que no se ven reflejadas en el número de orejas, pienso que ha sido una tarde que podía haber sido de cuatro orejas", dijo.
"Quizá por el pinchazo al segundo se hubiera quedado en tres, pienso que la oreja a ese toro podía habérmela concedido y, al final, la tarde se ha quedado en una. No se refleja el resultado de la tarde", insistió el diestro, visiblemente inconforme.
"Me da igual una oreja más que menos, pero, cuando uno está tan entregado como yo he estado y con un toro que no quería tampoco embestir, creo que eso es lo importante. Da igual lo que me den, una oreja más, una menos, pero las injusticias joden", recalcó.