Menores de edad son vendidas por sus padres en 3 mil pesos en efectivo o su equivalente en cabezas de ganado u otros enseres en regiones como Oaxaca. Ante estas prácticas de abuso que persisten en el país, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos inició una investigación sobre la venta de estas mujeres en comunidades indígenas, cuyos usos y costumbres no pueden ser contrarios a las garantías que se establecen en la Constitución.
El organismo nacional anunció ayer jueves su decisión de iniciar el expediente de queja, para indagar a fondo las condiciones que imperan para estas niñas y adolescentes indígenas.
La CNDH detalló que "dicha costumbre ancestral al parecer se sigue llevando a cabo, y se vende a las menores en cuanto llegan a los 11 años y hasta los 15 años de edad". Ante la existencia de esta práctica, el ombudsman nacional, Raúl Plascencia, giró instrucciones para que se iniciara la queja de oficio e investigar estos casos de abuso relacionados con mujeres en pueblos y comunidades indígenas como la Mixteca Alta en Oaxaca.
Se detalló en un comunicado que al parecer estas menores son vendidas por sus padres, quienes "han encontrado la manera de negociar y a cambio de dinero dar a sus hijas, ya sea al futuro esposo o a familias que las llevan a otras ciudades para ayudar en labores domésticas".
Expuso que "una vez que han sido vendidas hasta por tres mil pesos o el equivalente en productos varios como cabezas de ganado, frijol o maíz, los padres renuncian a todo derecho sobre las menores", lo que deja a estas niñas y adolescentes en condiciones de alta vulnerabilidad.
Por tratarse de tema de usos y costumbres, el organismo nacional al anunciar la investigación indicó que "hace patente el respeto a la autonomía de los pueblos y comunidades indígenas, siempre y cuando se centre en lo establecido en la Constitución en materia de derechos humanos".
