Los jóvenes manifestantes que protestan desde hace tres semanas en el Centro de Madrid contra las pobres perspectivas económicas y la clase política en general, acordaron desmantelar su campamento el próximo domingo.
En un asamblea celebrada en la madrugada de ayer miércoles, centenares de personas votaron a mano alzada levantar la acampada reivindicativa de la céntrica Puerta del Sol de la capital española.
Una minoría de los manifestantes rechazó la propuesta y podría continuar la protesta. Los que decidan permanecer lo harán a título personal y, en este caso, no representarían al movimiento conocido popularmente como la "revolución de los indignados" o "15-M".
La protesta comenzó el 15 de mayo en Madrid y se extendió como la pólvora por varias ciudades de España durante una semana, cuando decenas de miles de personas de todas las edades llegaron a congregarse en Sol y otras plazas para hacer oír su descontento con la situación que atraviesa el país, con un desempleo del 21.3%, las instituciones financieras y la salida que se está dando a la crisis económica.
El movimiento perdió fuerza tras las elecciones locales del 22 de mayo, que dieron una apabullante victoria al conservador Partido Popular sobre el gobernante Partido Socialista.