Foto: LA I
De un infarto al corazón murió un taxista luego de haber sido detenido en estado de ebriedad. Recién había llegado a la ergástula municipal de la Colón en Torreón.
Identificado
La Agencia Investigadora del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal informa que el finado llevaba por nombre José Luis Alonso Simental, de 44 años, con domicilio en la colonia Ana, de esta ciudad.
Por la noche
De acuerdo a las investigaciones del Ministerio Público, en los primeros minutos de ayer, los patrulleros de la Dirección General de Seguridad Pública Municipal (DGSPM) que realizaban su rondín de vigilancia en el centro, fueron interceptados por el taxista en la avenida Juárez y calle Valdez Carrillo.
Ebrio
El taxista, quien andaba en evidente estado de ebriedad, les dijo a los uniformados que unos sujetos lo habían despojado de su taxi, el cual fue localizado minutos después en la esquina del bulevar Revolución y la misma calle Valdez Carrillo.
Al bote
Los uniformados decidieron remitir al taxista a la ergástula municipal, dado el estado de ebriedad en el que andaba. Cuando estaban dentro de las instalaciones, el chofer se desplomó y se golpeó en la cabeza, de acuerdo a la versión de los cuatro elementos que llevaron al hoy finado a la cárcel de la calzada Colón.
Llaman a Cruz Roja
Al ver que no reaccionaba, los patrulleros llamaron a la Cruz Roja y pocos minutos después llegaron los paramédicos para revisar al hombre, que estaba tirado en el piso.
Los socorristas revisaron bien al taxista, le tomaron el pulso y constataron que ya no tenía signos vitales, por lo cual se dio aviso al Ministerio Público, de acuerdo a lo mencionado por los agentes que realizaron la detención.
Del golpe
En un primer momento, tanto los elementos de la Policía Municipal, como el agente investigador del Ministerio Público que tomó conocimiento del hecho, pensaron que el taxista había muerto por el golpe que sufrió en la cabeza al caer, pero el médico legista determinó como causa de la muerte, infarto al corazón, ya que padecía una cardiopatía, según lo revelado en la necropsia. Ayer por la mañana acudieron los familiares del taxista, quienes se resistían a aceptar que José Luis hubiera muerto infartado.