Los primeros. La campaña para las elecciones primogénito de la revuelta que se extendió por el Medio Oriente se inició en Túnez el sábado, con 81 partidos políticos en un país donde más del 90 por ciento de los votos, que solía ser otorgado a una sola.
En ambiente festivo y con la fascinación que produce lo inusual, Túnez inició la campaña electoral para los comicios del próximo 23 de octubre, los primeros sin el yugo de la dictadura del derrocado presidente Zín El Abidín Ben Alí.
Nueve meses después de su caída, que supuso un giro en el devenir del Norte de África y por extensión del resto del mundo árabe, más de mil 200 listas, integradas por unos 10 mil candidatos, aspiran a cubrir los 217 asientos de la Asamblea Nacional Constituyente, que redactará una nueva Carta Magna y pilotará la transición.
Un proceso insólito en este pequeño país de cerca de 10 millones de habitantes, que este sábado causó estupor entre una población que aún tiene muy arraigados los miedos y las coacciones del régimen que le domeñó durante 24 años.
Atónitos, muchos tunecinos miraban esta mañana con asombro como activistas del partido islamista moderado An Nahda, perseguido con saña por la familia Ben Ali, repartían en libertad flores y panfletos con su programa electoral entre los viandantes que caminaban por el centro de la capital.
"Hemos elegido el centro de la ciudad para poder contactar mejor con los ciudadanos de a pie, de forma directa", explicó el líder de las juventudes islamistas de An Nahda, Sami Triki.
"Pero la mayoría de nuestros líderes se han desplazado a la localidad de Sidi Buzid (en el centro sur del país), porque fue la cuna de las revueltas populares que originaron la revolución que ha permitido estas primeras elecciones democráticas y libres", agregó con orgullo.