Fe. Fieles católicos salen a las calles durante el recorrido del convoy en el cual se trasladan las reliquias del papa Juan Pablo II rumbo a la Basílica de Guadalupe, Ciudad de México.
Con el recuerdo de las cinco visitas de Juan Pablo II, cientos de fieles que desde este jueves comenzaron a venerar las reliquias del ahora beato en la Basílica de Guadalupe lanzaron al unísono el grito: "Se ve, se siente Juan Pablo está presente".
En ese recinto religioso donde el pontífice que llegó por primera vez en enero de 1979 y ahí mismo acuñara e hiciera célebre la frase: "México sabe bailar, México sabe rezar, sabe cantar; ¡pero más que todo, sabe gritar!", se hizo honor a la misma cuando los fieles gritaban: "Juan Pablo II, te quiere todo el mundo" y "Juan Pablo hermano, ya eres mexicano".
"Veo que no solamente el grito, sino los sentimientos que en sus visitas se expresaron siguen vivos", expresó el cardenal Norberto Rivera Carrera, en respuesta al entusiasmo de la gente -en su mayoría adultos mayores que llegaron a la Basílica- en una misa que presidió el prelado acompañado por los integrantes del Cabildo de Guadalupe, encabezados por el rector del recinto, Enrique Glennie Graue.
Luego del recorrido de las reliquias de la Nunciatura Apostólica al Tepeyac, que pasó casi inadvertido ante el dispositivo de seguridad que resguardaba la caravana que cruzó parte de la ciudad de México por la avenida Insurgentes, los fieles pueden apreciar desde este jueves los objetos papales.
Al contemplar la figura de Juan Pablo II colocada en una urna, muchos de los fieles la aprecian en el recinto mariano como si estuvieran viendo al mismo Papa. Le oran, le piden por sus familiares, por su salud y se persignan ante él. Doña Rosalba caminó lentamente mientras avanzaban quienes formaban fila para ver al beato. Al llegar ante la figura, cerró los ojos y balbuceaba algunas palabras.
¿Qué le pidió al Papa?, se le preguntó. "Por mis hijos y mis nietos y para que me mande salud, porque he estado enferma", dijo la mujer de 76 años de edad.
Las reliquias estarán expuestas en la Basílica de Guadalupe hasta el próximo domingo. Día en que el rector Enrique Glennie presidirá una misa, horas antes de que los objetos papales continúen su recorrido hacia el Estado de México, como parte de la peregrinación que durante cuatro meses recorrerá unos 22 mil 500 kilómetros por carreteras.
EL UNIVERSAL