El “no me atendieron” o “es que tienen mucho trabajo”, son, más que realidades, justificaciones que emplea el grueso de las mujeres que acuden a presentar una denuncia penal pero no la ratifican ni le dan seguimiento.
La dependencia económica producto de una equidad mal entendida, son otros de los muchos motivos por los que ellas prefieren callar y soportar una situación de violencia que no sólo las afecta a ellas, sino a toda la estructura familiar, refieren encargados de la Unidad Especializada en Delitos contra la Familia y Sexuales de la Fiscalía del Estado en la región.
En su exposición, durante una reunión de trabajo de dependencias que atienden el tema de la violencia intrafamiliar, los responsables de dicha área destacaron que aunque se han modificado las leyes y se han fortalecido estas estructuras para dar una mejor atención a quienes la padecen, los resultados no son completos mientras la población no esté lo suficientemente educada al respecto.
Y es que del total de las denuncias que se reciben por malos tratos, agresiones y en resumen, violencia de todo tipo, sólo el 30 por ciento sigue su curso legal porque en el resto de los casos las propias afectadas retiran los cargos o ya no se presentan para aportar pruebas ni testigos.
La mayoría de quienes desisten es porque dependen económicamente del agresor.
Comparten
Dependencias se reunieron para dar a conocer su labor.
Es como seguimiento del convenio que firmaron en marzo para erradicar la violencia.
La idea es compartir esfuerzos y apoyarse.
Con ello también se busca dar un mejor servicio a la población.