Ataque. Nube de humo se eleva después de un ataque aéreo de la OTAN.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) llevó a cabo sus primeros bombardeos diurnos en Libia, revelando una nueva etapa de la intervención militar cuyo objetivo es aumentar la presión sobre el coronel libio Muamar Gadafi.
Los más recientes ataques aéreos de la alianza tuvieron como blanco instalaciones del régimen en Trípoli, capital libia, en particular el complejo residencial de Gadafi, una base militar en el centro de la ciudad y un almacén de municiones.
Los aviones del bloque militar destruyeron con precisión las torres de vigilancia en el muro de protección del complejo de Al-Aziziya, como "un mensaje claro a Gadafi que ya no puede seguir ocultándose detrás de esas paredes", informaron fuentes militares.
Los bombardeos golpearon por la mañana un cuartel militar en la capital de ese país causando el derrumbe de varias partes de los muros, así como un depósito que estaba lleno de explosivos, pese a que el régimen libio había asegurado que estaban vacíos.
En un comunicado, la OTAN indicó que sus aviones de combate hicieron blanco en Trípoli, en Sirte (ciudad natal de Gadafi), en Mizdah y Hun, mientras continuaban los enfrentamientos entre las tropas leales al régimen libio y los combatientes opositores en la ciudad de Ajdabiya.
Mientras que las fuerzas rebeldes en Misrata se retiraban del frente de combate para permitir los ataques aéreos de la coalición que buscan alejar de esa ciudad a las tropas del régimen, de acuerdo con reportes del canal árabe Al Arabiya.
La intensificación de las acciones militares de la OTAN se dio después de que el Grupo de los Ocho (G-8) países más industrializados afirmó que Gadafi perdió su legitimidad y que debe irse de Libia, advirtiendo sobre un endurecimiento de las acciones militares.