Intérpretes de México y el silencio tras su muerte

MÉXICO, D.F.- Los días de guardar para las letras y las artes mexicanas empezaron el 28 de febrero de 2010. Ese día, Carlos Montemayor, escritor, traductor, profesor, músico y activista, falleció debido al cáncer de estómago que padecía. ¿Quién ayudaría a "Rehacer la historia"? fue la pregunta. Meses después, Elena Poniatowska cuestionó: "¿Qué vamos a hacer sin ti, Monsi?" tras la muerte del cronista Carlos Monsiváis, el 19 de junio, debido a una insuficiencia respiratoria derivada de la fibrosis pulmonar. ¿Quiénes observarían la realidad mexicana y la plasmarían para intentar comprenderla?

"La tormenta y otras historias" se apoderaron de los medios, y los debates en un México sumido en una crisis de empleo, violencia y escándalos políticos... (agregue la problemática que guste). En este contexto, el silencio que siguió a la muerte de otras figuras de la cultura nacional, como el escritor Juan Hernández Luna, el cronista Fidel Samaniego y los artistas plásticos Helen Escobedo y Pedro Banda Salazar, cobró mayor impacto.

Reflexión especial merecen las palabras, los vicios, puntadas, agudeza y sensibilidad de Carlos Monsiváis, Carlos Montemayor, Germán Dehesa, Gabriel Vargas y Alí Chumacero, personajes clave para aproximarse a las múltiples "Imágenes desterradas" de la mexicanidad.

Montemayor hizo públicos "Los informes secretos" sobre temas como las comunidades indígenas y la guerrilla. Explicó "Chiapas. La rebelión indígena en México". Leer "El Quijote de la Mancha" en sus primeros años de vida lo marcó. El hombre que nació en Chihuahua, estudió derecho y dio clases en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), retrató aspectos "no alineados" y tuvo tiempo para escribir poesía y cantar ópera.

Carlos Monsiváis se convirtió en un referente para observar, sabía que "hay muchos Méxicos", desde aquéllos con "Escenas de pudor y liviandad" hasta los que representaban "Los rituales del caos". Prologó infinidad de libros y colaboró en un sinfín de revistas. Escribió en 1965 las letras para el grupo de Alfonso Arau, Los Tepetatles, parodia de The Beatles. Sería más fácil preguntar de qué no habló y pensó el hombre de los gatos, las gafas y el pelo cano. "A ustedes les consta".

No sólo las palabras son la vía para entender lo que se es o no es. Eso lo sabía Gabriel Vargas, dibujante que vivió con su madre y sus 11 hermanas que a los 17 años ya era jefe del departamento de Dibujo del diario "Excélsior". Creador de La Familia Burrón, historieta que llegó al número 1,616 en agosto de 2009 y retrataba a la "típica familia de clase baja", murió el 25 de mayo. ¿Cuántos se parecen a: don "Regino Burrón", la Sra. "Borola Tacuche de Burrón", la Srita. "Macuca Burrón Tacuche", el joven "Regino Burrón Tacuche", el niño "Foforito Cantarranas" y la mascota de la familia, el perrito "Wilson"?

El lenguaje coloquial de Germán Dehesa se quedó quieto el 2 de septiembre, el periodista, escritor, locutor y dramaturgo nacido en Tacubaya el 1º de julio de 1944 padecía cáncer terminal. El fiel aficionado de Pumas, dejó su "Gaceta del Ángel" y textos como "Adiós a las trampas" y "¿Cómo nos arreglamos?" Prontuario de la corrupción de México. La poesía se hizo verso de luto tras la muerte de Alí Chumacero, nacido en 1918. La neumonía fue la causa de la muerte de quien fundó en 1940 la revista "Tierra nueva" y con ello dejó un "Páramo de sueños".

Ahora, estas figuras tienen un "Encuentro con el ocaso", quizá con la nada. Sus observaciones, retratos, humores, imperfecciones, fijaciones y pasiones (al final son personas) están ahí revolviéndose con lo cotidiano, recordándonos que esos Méxicos existen. Podemos no leerlos, diferir de sus impresiones, cuestionar el porqué miraron "esto" y no "aquello". Alguien dirá: "pues ni falta hacen, con o sin ellos estamos igual". Lo cierto es que se volvieron silencio físico, mientras México parece vivir una Guerra en el paraíso. ¿Cómo interpretaremos-actuaremos los que aquí seguimos?