Tras haber acusado de presunto hostigamiento y amenazas por parte de un delegado de la Procuraduría General de la República (PGR), la Ministerio Público federal, Elizabeth Herrera, quien consignó a 10 policías federales acusados de extorsión, indicó que la titular de la dependencia, Marisela Morales, le notificó que ya se inició la investigación de su queja.
En entrevista radiofónica con Carmen Aristegui para Noticias MVS, la funcionaria federal detalló que ayer martes, tanto la procuradora General de la República como el subprocurador de Control Regional de la PGR, Cuitláhuac Salinas, le enviaron correos electrónicos informándole que su queja ya fue turnada para su investigación.
"El subprocurador me indicó que atenderá la denuncia y me avisará la decisión que tome una vez que terminen las indagatorias", comentó.
Pidió nuevamente a la titular de la PGR que le dé un "voto de confianza" y que le permita seguir laborando en Ciudad Juárez, Chihuahua, pues aseguró que no tiene nada que esconder.
"Trabajo a base de pruebas, sería ilógico que denunciara hechos que no puedo comprobar", expuso.
Ayer, Elizabeth Herrera acusó que después de la consignación de 10 policías federales acusados por un empresario de intento de extorsión, el delegado de la PGR, Augusto Peniche Espejel, intentó notificarle que sería trasladada a Veracruz sin ninguna justificación y que de no aceptar el cambio de plaza iniciaría averiguaciones previas en su contra.
"Si llega a pasarme algo ellos serán los culpables"
Por su parte, el empresario que denunció a los policías federales que actualmente son investigados por la presunta comisión del delito de extorsión, dijo que seguirá el proceso en su contra hasta donde ‘tope', a pesar de que no cuenta con ningún tipo de protección.
"Estoy dispuesto a continuar con el proceso, hasta donde llegue, temblando pero voy", dijo también en entrevista con Carmen Aristegui.
Descartó pedir seguridad y advirtió que "si llega a pasarme algo ellos serán los culpables".
Sobre el caso, indicó que el pasado sábado tuvo un careo con los policías federales, el cual duró un día. "Yo identifiqué plenamente a todos los policías, pero ellos no me conocían".
"Me dijeron que todo lo que decía era falso, entonces yo les pregunté: ‘¿si todo es falso entonces por qué están aquí", agregó.