La compañía Tokio Electric Power (TEPCO), operadora de la central de Fukushima, comenzó a verter ácido bórico en la piscina de almacenamiento de combustible usado del reactor 3 para controlar el estado de las barras de material radiactivo, informó la televisión japonesa NHK.
Está previsto que en el transcurso de hoy los operarios hayan vertido cerca de 90 toneladas de agua con ácido bórico en la piscina, a la que al parecer cayeron pedazos de cemento a causa de la explosión de hidrógeno que esa unidad sufrió pocos días después del seísmo del 11 de marzo.
TEPCO detectó el mes pasado que el agua de esa piscina se había vuelto muy alcalina, con un elevado nivel de PH (acidez) de 11.2, lo que podría haber sido causado por el hidrato de calcio liberado por los escombros.
Los técnicos temen que la acidez del agua pueda corroer las barras de aluminio que sostienen las varillas de combustible usado, y ello podría hacer que, en el peor de los casos, éstas se desprendan y aumente el riesgo de una reacción crítica que podría emitir una elevada radioactividad.