Vestidos de ángel, familiares y conocidos de Christina Taylor, de 9 años, asesinada en un tiroteo, la despidieron en un funeral público en Tucson. (AP)
La bandera más grande de las recuperadas de los restos de las Torres Gemelas luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 fue izada el jueves en el funeral de la víctima más joven del ataque a balazos que dejó seis muertos en Arizona.
El funeral de Christina Taylor Green, de 9 años, se realizaba el jueves en Tucson. La niña nació el día de los atentados y murió el sábado cuando, según la policía, un hombre disparó contra un grupo de gente durante una reunión pública con la congresista Gabrielle Giffords, que resultó baleada en la cabeza.
El funeral de la niña es el primero de las víctimas del ataque. La alumna de tercer grado estaba interesada en la política y acababa de ser elegida como integrante del consejo de estudiantes de su escuela. También era la única niña en su equipo de Pequeñas Ligas.
Grey nació el 11 de septiembre del 2001 y figuró en un libro titulado"Faces of Hope" (Rostros esperanzadores) que narra la corta vida de un bebé por cada estado del país nacido el día que los terroristas mataron a casi tres mil personas.
Su presunto homicida, Jared Loughner, de 22 años, anonadó en febrero a un profesor universitario al hablar sobre acabar con los bebés con explosiones dinamiteras.
Empero, la Policía del recinto universitario decidió no intervenir.
La fuerza pública difundió el miércoles 51 páginas de informes policiales sobre el último año universitario de Loughner, concluido en septiembre cuando fue considerado mentalmente inestable y suspendido por ese centro del Condado de Pima.
Según el agente, "era obvio que no podía entender completamente sus actos"
El 30 de noviembre, el mismo día que el detenido compró una pistola Glock, colgó un video en YouTube criticando a la policía universitaria.
"Si la policía te saca de un centro docente por hablar, el sacarte de un centro docente es anticonstitucional", dijo en el video. video. "La situación es un fraude porque la policía es anticonstitucional".
Lo funcionarios del centro informaron a los padres de Loughner que para volver a clase tendría que ser sometido a una evaluación psiquiátrica para demostrar que no era un peligro. Nunca regresó.