García terminó la temporada 2011 de Grandes Ligas con récord de 13 juegos ganados y siete perdidos. (AP)
Las intensas emociones vividas en la pasada Serie Mundial de Grandes Ligas aún hacen vibrar a Jaime García. Campeón del mejor beisbol del mundo, con Cardenales de San Luis, el pitcher mexicano -de visita en Cancún, casa de Tigres, monarcas de la Liga Mexicana de Beisbol- recordó las experiencias de camino al título, frente a Rangers de Texas.
"Al estar en la loma, en cada uno de los juegos de la final, sabía que no estaba solo, que mi familia estaba conmigo, pero también sabía que todo México estaba al pendiente de mí, y lo tenía que hacer bien. No los defraudé, hoy somos campeones del mundo", afirmó el tamaulipeco, quien abrió dos de los siete juegos del Clásico de Otoño disputados ante la novena texana.
"Estoy muy contento", advirtió el serpentinero durante una visita a la directiva de Tigres de Quintana Roo, hace un par de días. "Ha sido una gran responsabilidad, pero han creído en mí, en mi trabajo, y ser campeón mundial es algo que me da mucho orgullo, pero sobre todo, mucho orgullo para México, para mi ciudad, para todos", subrayó el de Reynosa, Tamaulipas.
De cara a su cuarta temporada como ligamayorista, el zurdo de Cardenales aseguró que el reto en 2012 es mantener el nivel y corroborar la calidad que lo convirtió en indispensable de la rotación abridora de San Luis.
"Hay que mantener el nivel, y para eso tengo que trabajar duro todos los días", subrayó el pelotero.
"Existe mucha competencia, estoy consciente que no puedo relajarme. Agradezco a todos los que han creído en mí, desde la organización de los Cardenales hasta el manager y mis compañeros de equipo, sin olvidar a mi afición", agregó el campeón de las Mayores.