En una auténtica "papa caliente'' se ha convertido el asunto del deporte municipal, la cual nadie quiere cargar, debido a todo lo que ello significa, ya que a los ojos del ciudadano común se puede apreciar un asunto de pésima administración o corrupción, así de simple.
Tras los señalamientos directos del regidor Rodolfo Walls, en el sentido de que algo muy "chueco" había en el área de Deporte, quedó al descubierto una serie de irregularidades en la forma como se administran los espacios públicos dependientes del Municipio, al no existir en apariencia un sistema de control que garantice el buen manejo de los recursos captados y mucho menos el adecuado mantenimiento de las instalaciones, cuya funcionalidad ha caído estrepitosamente en menos de dos años.
Declaraciones van y vienen respecto al asunto, pero nada queda claro respecto al destino que tienen los recursos captados por concepto de entradas a los inmuebles, el cobro de estacionamiento, renta de canchas y campos en las unidades deportivas, ni los gimnasios.
Ante los señalamientos ya hechos, se requiere ordenar a la brevedad el desarrollo de una auditoría a fondo, donde se incluya a todos los inmuebles deportivos a cargo del Municipio, ya que en todos ellos se presume un mal manejo o actos de corrupción, de ahí que sea muy sana una revisión y que quede en claro la situación de cada uno de estos escenarios propiedad de la comunidad.
En éste, como en otros casos, la autoridad tiene la oportunidad de poner en orden la casa y con ello recuperar en algo la confianza del ciudadano.
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