Justicia. Cientos de estadounidenses celebran con júbilo la muerte de Osama bin Laden en un operativo de Estados Unidos en Pakistán.
Jubilosos por el fin de una frustración que duró una década, miles de estadounidenses se congregaron el lunes en el sitio donde se alzaban las Torres Gemelas, a las puertas de la Casa Blanca y en otros lugares del país para celebrar la muerte de Osama bin Laden, vitoreando, ondeando banderas y cantando el Himno Nacional.
El sitio donde cayeron las Torres Gemelas se convirtió, por primera vez, en un sitio de celebración, totalmente alejado de lo que ocurrió en los últimos 10 años, como el sonido de gaitas tocando temas religiosos y discursos solemnes y discusiones sobre qué construir en honor de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
"Hemos esperado un largo tiempo por este día", dijo ayer por la mañana Lisa Ramaci, una neoyorquina cuyo esposo era un periodista independiente muerto en la guerra en Irak. "Creo que es un alivio para los estadounidenses en el sentido de que hemos tenido estos 10 años de frustración acumulada, queriendo la muerte de ese tipo y ahora él está muerto y uno puede ver lo feliz que está la gente".
Ramaci llevaba una bandera estadounidense y lucía una camiseta con una imagen de las Torres Gemelas y el rostro de Bin Laden en una mira. Cerca de ella, un hombre llevaba una pancarta que decía "Obama 1, Osama 0".
Dionne Layne, de 44 años, pasó la noche entera en el sitio del Centro de Comercio Mundial con sus dos hijos, de 9 y 11 años "porque ellos no pueden recibir esto en una clase de historia. Tienen que ser parte de ello".
Layne dice que ella vio desplomarse la segunda torre el 11 de septiembre desde Brooklyn, donde vivía en ese momento.
En Times Square, en el centro de Manhattan, decenas de personas se congregaron la noche del domingo y estallaron en aplausos al pasar un vehículo del departamento de bomberos de Nueva York, con las luces encendidas y sonando su sirena. Un hombre llevaba una bandera y otros cantaron el Himno Nacional.
Rudolph Giuliani, que era el alcalde de Nueva York al tiempo de los ataques, dijo que la muerte de Bin Laden "elimina a un líder de proporciones diabólicas".
Familiares de los muertos en los ataques terroristas del 11 de septiembre reaccionaron con un gozo callado.
Catherine Esposito llegó el lunes al sitio del ataque en Manhattan para honrar la memoria de su hermano, el bombero Frankie Esposito. Dijo que visitar el sitio es lo más cerca que puede estar a visitar su tumba, pues los restos de su hermano nunca fueron encontrados.
Charles G. Wolf, cuya hermana Katherine murió en las Torres Gemelas, dice que siente "felicidad - pero no felicidad exaltada". Dijo que esa posibilidad de cerrar asuntos pendientes realmente no existe para él.
En Washington, frente a la Casa Blanca, una multitud comenzó a concentrarse antes de que el presidente Barack Obama le hablase al país el domingo por la noche para declarar: "Se ha hecho justicia". La multitud creció y en media hora había llenado la calle frente a la Casa Blanca y había comenzado a extenderse al Parque Lafayette.
"No es el final, pero es una batalla ganada y es una importante batalla", dijo Marlene English, que vive cerca en Arlington, Virginia y es cabildera de asuntos militares.