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Judas Priest: Inicia la era más ‘Heavy’

Judas Priest llega con su Epitaph Tour para despedirse de sus fans mexicanos

Judas Priest: Inicia la era más ‘Heavy’

Judas Priest: Inicia la era más ‘Heavy’

Eduardo Sepúlveda

Sin miedo a probar cosas distintas, con la genialidad de los que se vuelven inmortales, Judas Priest irrumpe en el mundo de la música a mediados de los 70 para transformarlo todo. Su historia inicia como la de cualquier otra banda de rock. Un par de jóvenes con inquietudes musicales se juntan para tocar. Pronto se hacen más. Luego graban un demo. Empiezan a amenizar en eventos locales. Le abren conciertos a grupos del momento. Hasta que un día, al voltear hacia atrás, se dan cuenta que han pasado 40 años y le han cambiado la vida a millones personas. Hoy, Judas Priest es el más influyente, irreverente e inventivo grupo de culto que el Heavy Metal pueda presumir.

El tiempo no perdona y 2011 fue elegido para albergar el Epitaph Tour, en el cual los ingleses se despiden de las giras mundiales. Con una tercia de escalas por el suelo nacional, los seguidores mexicanos podrán ser parte del último gran grito metalero de los Metal Gods por el planeta. El 30 de septiembre, se presentarán en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México. Al día siguiente harán lo propio en el Auditorio Telmex, de Guadalajara, para cerrar el 3 de octubre en el Monterrey, en el Auditorio Banamex.

De la nada, todo se trastornó

La historia ha visto pasar diversos nombres por la alineación de Judas Priest. Desde su formación, en 1969, al menos tres vocalistas, cuatro guitarras, dos bajistas y ocho hombres de la batería han sido parte del grupo. Los inicios no fueron fáciles. Al Atkins y Bruno Stapenhill comenzaron lo que hoy es una leyenda. Tras la inconsistencia de los primeros años, la alineación que grabaría su primer disco, en 1974, quedó así: K.K. Downing (guitarra), Ian Hill (bajo), Rob Halford (voz), Glen Tipton (guitarra) y John Ellis (batería).

Rocka Rolla mostraba los signos del rock de Led Zeppelin o Deep Purple, con un toque más metalero. De a poco, Judas Priest se encargó de quitarle el blues a su música para volverla algo electrizante. Sad Wings Of Destiny (1976) vino a confirmar el sonido de la banda, pero fue hasta un año después, con Sin After Sin (ya bajo el sello de Columbia Records), cuando se dio el despegue y las giras por Europa. En 1978 graban Stained Class, de donde salen algunos clásicos como Exciter o Beyond the Realms of Death (que el propio Halford califica como “un pedacito de Stairway to Heaven”). Por esta época, Judas Priest impuso la moda del cuero y los estoperoles, que pasó a ser la vestimenta casi oficial del metalero. Halford sacó la indumentaria de un sex shop para popularizarla y darle así al metal un sello distintivo, que pese a todo le daba una imagen de dureza al género.

En 1979, Killing Machine (Hell Bent for Leather en los Estados Unidos) significa su brinco a un nuevo mercado. Mientras que la verdadera locura llega en 1980, con British Steel. Sin imaginarlo, en este disco Judas Priest lanzaría un tema apenas dos minutos y medio de duración que se convertiría en el himno de varias generaciones: Breaking the law, la bandera pura del Heavy. Para esta canción se grabó un video en el que los integrantes del grupo asaltan un banco usando guitarras como armas para robar unos discos de oro, curiosamente, con este disco Judas Priest logra ganar un disco de oro.

De ahí sale también el tema Metal Gods, que serviría para luego nombrar a Halford dentro de la escena. La portada es también un ícono. En ella se pueden apreciar unos dedos sosteniendo una hoja de afeitar, recordando en parte el trabajo de Hill y Downing como empleados de una fábrica de hojas de afeitar. Además de que la hoja representaba al grupo, duro como el acero, e inofensivo si se toma por el lado correcto.

Desde entonces, cada álbum que salía del grupo representaba una sorpresa. Ninguno era igual al anterior y todos tenían una nueva intención. Point of Entry, de 1981, tiene un sonido más parecido al hard rock de los Estados Unidos, en un supuesto intento por conquistar ese mercado. Pero pronto la banda volvería a su esencia con Screaming for Vengeance (1982) y Defenders of the Faith (1984). En esta época surge The Hellion, una de las oberturas favoritas del metal, a la que le sigue su compañero ideal: Electric Eye; la entrada perfecta a la locura de Judas en directo.

Llegó 1986 y con él, Turbo. Este álbum significa un cambio radical en el sonido del grupo, toda vez que se incluyen sintetizadores y teclados. Y aunque originalmente se pensaba grabar un disco doble, al final sólo fueron nueve temas los que se editaron en una sola entrega. Acostumbrados al proceso de adaptación al tiempo y espacio, los músicos ingleses no dudaron en mezclar conceptos de esa época, desde la ropa hasta el tecno ‘music’ que comenzaba su expansión. Out in the Cold y Turbo Lover son quizá los temas más recordados de este material.

El Heavy regresa a su esencia con Ram It Down, de donde se desprenden temas como Blood Red Skies, Ram It Down. Y de ahí, sigue un esencial para cualquier coleccionista del género: Painkiller. Se dice que el título del disco (analgésico) hace referencia a los tranquilizantes que se tomó Halford cuando intentó suicidarse, conflictuado por su condición homosexual que años más tarde revelaría en una entrevista. El nuevo álbum comienza con un devastador solo de batería ejecutado por el recién ingresado baterista: Scott Travis. Se dice que de este disco se desprendería años después el power metal. Sin duda el más veloz, con cortes memorables como Painkiller, A Touch of Evil, Between The Hammer And The Anvil, Nightcrawler y All Guns Blazing. Sin embargo, por estos años, un par de jóvenes se suicidaron escuchado Better By You, Better Than Me, del disco Stained Class. Entonces, Judas Priest fue acusado de incitar a quitarse la vida, en una polémica que trascendió más allá de sus fronteras. Al final salieron bien librados de este lío.

Llegaron los 90 y con ellos, el conflicto entre Halford y la banda. El vocalista salió a probar suerte con dos proyectos (primero Fight y luego Two) sin mucha trascendencia. Fue en esa época cuando el mítico Metal God decide hacer pública su preferencia sexual, que tras paso de los años fue aceptada (o minimizada) por los verdaderos fans del grupo. Ambos intentos de Halford por brillar sin Judas Priest fueron en vano, ya no era el sonido ni la voz del Heavy Metal. Mientras tanto, sus ex compañeros se hicieron de los servicios de Tim Owens, apodado “The Ripper”, en honor a la canción de la banda. El joven Owens mostró buen tono y una voz desgarradora, y grabó con la banda un par de discos Jugulator (1997) y Demolition (2001), ninguno con demasiado éxito, a pesar de contener algunos buenos temas. Halford dejó sus intentos de bandas y armó una nueva, a la que llamó simplemente “Halford”. En esta nueva era, volvió al sonido clásico del Heavy e hizo gala de sus agudos de una manera ilimitada. Pero tanto Judas extrañaba al Metal God, como a éste le hacían falta sus antiguos compañeros.

En 2002, se produce el reencuentro. Owens se va de vocal a Iced Earth y Judas Priest estrena disco en 2005, Angel of Retribution, dejando de lado los oscuros materiales que le antecedieron, para volver al estilo que los puso en la cumbre.

El último disco grabado en estudio de la banda es Nostradamus. Su primer disco meramente conceptual, basado en las visiones de profeta más grande de la historia, receptor de las más aterradoras visiones del fin del mundo. El nuevo material consta de dos discos, donde cada tema se intercala con un “previo” musical o entrada y la temática ronda en el fin de los días. Para sorpresa de muchos, Judas muestra un sonido muy instrumental, sinfónico y melódico; pocos temas podrían entrar dentro del género más Heavy; decepción para muchos seguidores, pero genialidad para otros tantos.

El fin del camino

En este 2011, Judas Priest inicia lo que será su última gran gira, en la que se esperan toquen al menos una canción de cada disco, pero sobre todo, ejecuten los grandes clásicos. Es la oportunidad de presenciar la gran voz de Halford (que se pase entre los agudos más finos al grave más respetable) en compañía de los músicos que lo acompañaron durante sus mejores años. La mala noticia es la baja del guitarrista fundador K.K. Downing. Su lugar será ocupado por Richie Faulkner.

Judas Priest es la cita imperdible con el grupo que se atrevió a todo, y cada cambio lo hizo crecer. El grupo que implantó formas de vivir la música, que a la fecha perduran como si fueran se acero indestructible. Hoy está de regreso en México y aunque va a faltar K.K. Downing en la alineación original, los ingleses prometieron hacer vibrar a sus seguidores con las rolas más selectas de su repertorio. Y lo van a lograr.

Discografía

1974 - Rocka Rolla

1976 - Sad Wings of Destiny

1977 - Sin After Sin

1978 - Stained Class

1979 - Killing Machine (Hell Bent For Leather en EUA)

1980 - British Steel

1981 - Point of Entry

1982 - Screaming for Vengeance

1984 - Defenders of the Faith

1986 - Turbo

1988 - Ram it Down

1990 - Painkiller

1997 - Jugulator

2001 - Demolition

2005 - Angel of Retribution

2008 - Nostradamus

MIEMBROS:

Rob Halford - vocalista

Glenn Tipton - guitarra

Ian Hill - bajo

Scott Travis - batería

Richie Faulkner - guitarra

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