A su llegada a Hawai, los jugadores de la NFL fueron recibidos con collares de flores y con alohas por parte de las bellezas locales; este día disputarán el Pro Bowl. (AP)
Cuando Ray Lewis sale del avión tras un viaje al otro lado del mundo y es recibido con una guirnalda de flores y con un aloha, finalmente cae en cuenta que está de vuelta en el Pro Bowl.
"Entonces es cuando digo: 'Muy bien, lo logré otra vez'", dijo el linebacker de los Cuervos de Baltimore sobre la votación favorable para jugar en el Pro Bowl. "Esta es la recompensa. Mientras el Pro Bowl esté aquí, esta es la recompensa".
El Pro Bowl, que se jugará el domingo 30 de enero, marca el regreso de este partido de las estrellas de la NFL a Hawai, donde se celebraba desde 1980, después de disputarse un año en Miami en un experimento de la NFL para combinar el encuentro con las actividades del Super Bowl.
"Este es el lugar adonde todos quieren ir", aseguró el tight end Tony González de los Falcons de Atlanta, quien con su undécima aparición encabezará a los jugadores de la Conferencia Nacional en el Pro Bowl.
Hawai está pagando cuatro millones de dólares por partido para organizar el Pro Bowl de este año y el siguiente en momentos en que el Estado afronta un déficit proyectado 844 millones de dólares para los próximos dos años y medio. Indianápolis realizará el Super Bowl del 2012.
Sin embargo, los jugadores no han ocultado su deseo que el partido permanezca en este archipiélago del Pacífico.
El quarterback de los Colts de Indianápolis, Peyton Manning, afirmó que "no hay mejor lugar para llevarlo a cabo".
En tanto, el fullback Ovie Mughelli de los Falcons dijo que nada se compara con Hawai, por sus playas, clima cálido y panorama tropical.
"Esto es como el cielo", exclamó el running back Arian Foster de los Texanos de Houston. "Voy a morir e iré a Hawai. Eso es todo".
Gente de todo el mundo va a Hawai a relajarse, celebrar y sanar. Peyton Manning no es la excepción.
El quarterback de los Potros de Indianápolis disfruta su undécimo viaje al Pro Bowl, pero aún está resentido por el abrupto fin de temporada que tuvo su equipo al ser vencido por los Jets de Nueva York en postemporada.
Manning no tenía mucho que decir al respecto, estaba muy ocupado disfrutando de Hawai, que es lo único de lo que en realidad quiere hablar.
"Este es un gran viaje. Es una semana especial", dijo el viernes después de tomarse las fotos del equipo y de la práctica.
Manning, de 34 años, tendrá mucho qué platicar antes de la siguiente temporada, mientras los Potros tratan de renegociar el contrato del único jugador en la historia de la liga que ha sido nombrado cuatro veces para el trofeo al más valioso.