Análisis. En su reflexión semanal, el Obispo Auxiliarseñala que hay desesperación, temor, no se ve una salida, y exigen respuestas y nos las hay; pero todo tiene un límite.
Durango
Ante la incapacidad de dar respuestas a la comunidad por parte de los gobernantes federales, estatales, municipales, surgen brotes de hacer justicia por propia mano.
Enrique Sánchez Martínez, obispo auxiliar de esta Arquidiócesis, apunta que dicha reacción se puede dar dentro de los sectores de la vida social, como empresarios, médicos, abogados y campesinos, por mencionar algunos.
En su reflexión semanal, el Obispo señala que hay desesperación, temor, no se ve una salida, y exigen respuestas y nos las hay; pero todo tiene un límite.
Dice el dicho: "no hay mal que dure cien años, ni enfermo (ni cuerpo? Ni pueblo?) que lo resista", pero no es suficiente preocuparse por lo económico.
Es verdad que hay pobreza y faltan empleos, y que hay que traer las mejores inversiones al Estado, pero eso no podrá ser la solución a los problemas más importantes.
Se podrá lograr la mayor inversión económica de todos los tiempos, pero no va a funcionar, como ya ha sucedido en el pasado.
Es necesario realizar proyectos que hagan mejores personas, mejores ciudadanos, que unan a todos en el bien común, y "necesitamos comprometernos todos".
LA SOLUCIÓN
La Caridad en la verdad es el camino a seguir, fuerza tiene su origen en Dios, que es Amor eterno y Verdad Absoluta. Jesucristo mismo fue un ejemplo y testimonio de esta fortaleza.
Dios mismo, "siendo tres personas, no es una verdad estática, sino una interacción, una comunión que es el modelo de lo que debería ser la vida de cada católico y de la Iglesia como un todo.
Dios tiene un proyecto sobre cada ser humano, quien está llamado a aceptarlo; en el proyecto divino, cada hombre y mujer encontrarán su propia verdad.
