En este momento en una casa de la Ciudad México se encuentra una mujer de 60 años, que no sabe que su hija Marina acaba de abrir su caja fuerte para robar parte de sus joyas (las que menos usa, para que no se dé cuenta).
Marina, la menor de las hijas, necesita salir de sus deudas de juego que ascienden a 200 mil pesos, y no encuentra otra opción más que "tomar prestadas" las joyas a su madre. Entre ellas están las arras de cuando se casó, que tienen un valor de 40 mil pesos.
- ¿Qué le dirías a tu madre si abre la caja y percibe el robo? -preguntamos a Marina en entrevista
-Pues... que alguien más se las robó. Jamás le diría que ando metida en broncas de juego -dice la joven de 23 años.
- Ayer me llevé las joyas de mi madre a empeñar, y no es la primera vez que lo hago -confiesa más adelante- pero estoy segura que recuperaré el dinero, y en cuanto pueda se las devuelvo -dice quien comenzó a jugar junto con su novio en un viaje a Las Vegas, y después ya no pudo detenerse.
Lo suyo son las maquinitas.
Marina vive sola, trabaja, y con sus honorarios y el apoyo que está recibiendo en Jugadores Anónimos México tiene esperanza de que pronto saldrá de sus deudas, incluyendo el "préstamo de las joyas" de su madre; y los préstamos que le ha hecho su novio.
No hace mucho el que fuera su pareja (ya rompieron) decidió saldar una deuda anterior que ascendía a medio millón de pesos en tarjetas de crédito. "Porque en los lugares de juego aceptan tarjetas de crédito; yo tengo varias y sé cómo manejarlas, cómo hacer trasferencias de unas a otras. Soy economista y trabajo desde muy chica", agrega Marina.
En meses recientes, la deuda de las tarjetas quedó saldada en su totalidad por el que fuera su novio. Las tarjetas, limpias. Pero a los pocos días ella volvería a jugar, y hoy sus deudas ascienden aún a 400 mil pesos.
ENFERMEDAD PROGRESIVA
Una noche decidió vestir una minifalda y caminar por avenida Reforma. "Los coches se me acercaban. Estuve a punto de prostituirme, con tal de continuar jugando. Una persona se me acercó para preguntarme '¿cuánto cobras?' Me acerqué a la ventana del auto. No sabía cuánto pedir; y eso impidió que siguiera con la negociación esta vez de mi cuerpo.
"Quizás ese fue el fondo de dolor que me hizo pedir ayuda, hasta entender que jugar de manera compulsiva es una enfermedad de naturaleza progresiva que nunca puede curarse, pero que puede detenerse", dice.
Marina entró a Internet, y encontró el sitio de Jugadores Anónimos. Llamó por teléfono y hoy es una de las mujeres que asiste rigurosamente al grupo, conformado por aproximadamente 50 personas, muchas de ellas mujeres.
Mauro Zapata, ex jugador y coordinador del grupo que sesiona diariamente en Polanco, explica que Jugadores Anónimos es un grupo de hombres y mujeres que comparten mutuamente la experiencia, la fuerza y la esperanza de que ellos pueden resolver su problema en común y ayudar a otros a recuperarse del juego.
Jugadores Anónimos México se fundó en el año 2000, y actualmente tiene filiales en Tijuana, Chihuahua, Monterrey, Guadalajara, Torreón, Ciudad Obregón, Saltillo y México, Distrito Federal. En la Ciudad de México hay tres grupos: en Polanco, Roma y Pedregal.
"El único requisito para ser miembro es el deseo de dejar de jugar. No hay ninguna cuota u honorarios para ser miembro, y se mantienen a través de sus propias contribuciones. Jugadores Anónimos no está aliado con ninguna secta, creencia política, organización o institución y no quiere comprometerse en ninguna controversia; ni respalda ninguna causa. Su propósito fundamental es detener el juego y ayudar a que otros jugadores compulsivos hagan lo mismo.
"Antes de venir a Jugadores Anónimos, muchos jugadores compulsivos se percibían a sí mismos como personas moralmente débiles, y a veces simplemente 'sin valor alguno'. Un jugador compulsivo sólo se siente emocionalmente reconfortado cuando está 'en acción'.
"No es raro escuchar a un miembro de Jugadores Anónimos decir que 'el único lugar donde sentí que pertenecía de veras, era sentado frente a una mesa de juego. Allí me sentía seguro. Nadie me exigía demasiado. Sabía que me estaba destruyendo pero al mismo tiempo tenía cierta sensación de seguridad", detalla Mauro Zapata.
"Los miembros de Jugadores Anónimos nos hemos dado cuenta, que lo que hay que evitar es la primera apuesta, aun si la apuesta es tan insignificante como un café", comenta Zapata, quien comenzó a jugar cuando tenía 12 años, y permaneció en el juego hasta los 50.
"Lo que hay que entender es que los Jugadores Anónimos somos personas enfermas, que podemos recuperarnos si seguimos un programa sencillo que ha demostrado tener éxito para miles de hombres y mujeres con problemas de adicción al juego", dice el coordinador del grupo.
LA RECUPERACIÓN
"Los miembros de Jugadores Anónimos se han dado cuenta que el mejor camino para la recuperación financiera es el trabajo y el pago de nuestras deudas. Pedir prestado y/o prestar en Jugadores Anónimos es perjudicial para nuestra recuperación y no debería hacerse.
"El problema al que tendrá que enfrentarse, el que más tiempo lleva y también el más difícil, es el realizar un cambio de carácter dentro de sí mismo. La mayoría de los miembros de Jugadores Anónimos ven en este propósito su reto más grande, uno al que deben dedicarse de inmediato y enfrentarse durante el resto de sus vidas", dice.
"No estaba dispuesta a reconocer que era una jugadora con un verdadero problema. Persistía en intentos vanos por comprobar que podía jugar como otras personas, persistía en la obsesión de que yo podía controlar el juego hasta que admití que era jugadora compulsiva.
"Ese fue el día en que no tuve un solo peso para regresar a mi casa, y tuve que caminar más de tres horas del casino a la puerta de mi departamento, sin darme cuenta de que mi pequeño bebé me necesitaba porque estaba en periodo de amamantarlo.
"Tengo tres hijos, y en cuanto ellos y mi marido se dormían yo salía de la casa para jugar, y regresaba en la madrugada antes de que ellos despertaran. Hasta que un día, en la desesperación, tomé un litro completo de Easy off (limpiador de hornos)", comenta Sofía, hoy ex jugadora que asiste diario al grupo.
"Llegué a robarle mucho dinero a mi marido, él es dueño de una fábrica. Tuve que pasar por experiencias terribles, de locura, y de casi muerte, antes de que estuviera lista para aceptar ayuda. Me enfrenté a un deterioro lento y gradual que me llevó hasta el punto en que al final admití la derrota", manifiesta Sofía.
Carolina, a su vez, reconoce haber perdido la capacidad para controlar el juego. En ocasiones sintió que estaba recuperando el control, pero a la larga se sentía desmoralizada. Aunque era la última en salir del casino, al día siguiente volvía a jugar y se afanaba en recuperar el dinero perdido. En una ocasión llegó a ganar un millón de pesos. Se retiró del casino. Reservó 300 mil y con lo demás lo volvió a jugar, hasta perderlo absolutamente todo.
Así permaneció jugando compulsivamente y bebiendo durante meses hasta que supo de Jugadores Anónimos y hoy es una mujer que asiste al grupo todos los días.
Para Rogelio Villarreal, especialista en adicciones, el juego para el jugador compulsivo se define como cualquier apuesta o participación en apuesta, para sí mismo o para otros, sea por dinero o no, no importa lo insignificante que sea, donde el resultado sea incierto, dependa del azar o de la habilidad.
: 044 55 54331942
Las señales de alerta
⇒ ¿Has faltado alguna vez al trabajo debido al juego?
⇒ ¿Ha causado infelicidad en tu vida el juego?
¿Afectó a tu reputación el juego?
⇒ ¿Has sentido alguna vez remordimiento después de jugar?
⇒ ¿Has jugado alguna vez para obtener dinero para pagar deudas o resolver problemas financieros?
⇒ ¿Disminuyó tu eficiencia y ambición a causa del juego?
⇒ Después de perder, ¿sentiste que tenías que volver lo antes posible para ganar y recuperar tus pérdidas?
⇒ Después de ganar, ¿sentiste la necesidad urgente de volver para ganar más?
⇒ ¿Apostabas a menudo hasta perder tu última moneda?
⇒ ¿Pediste prestado alguna vez para financiar el juego?
⇒ ¿Has vendido alguna vez algo para financiar el juego?
La mayoría de los jugadores compulsivos contestarán sí a por lo menos siete de estas preguntas. wwww.jugadoresanonimos.org.mx
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