EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

La asunción de Humberto

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Esta tarde en la ciudad de Querétaro, asumirá la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, el gobernador con licencia de Coahuila, profesor Humberto Moreira Valdés.

Es por supuesto una nota especialmente relevante para los coahuilenses todos y por lo mismo, para los laguneros que residen en los municipios ubicados en esta parte del estado, como Torreón, Matamoros, San Pedro, Francisco I. Madero y Viesca.

Pareciera que es un hecho consumado que el primero de diciembre de 2012, Enrique Peña Nieto, hoy gobernador del Estado de México, tome protesta como Presidente de México y que con ello se concrete el regreso del PRI a Los Pinos.

Quien no admita que la alternancia en las democracias modernas es sano, está negando el hecho que la competencia legítima por el poder genera condiciones para que los políticos se preocupen por tener mejores desempeños so pena de recibir el voto de castigo de la ciudadanía y verse echados del gobierno.

Todo esto en teoría suena muy razonable. Sin embargo, la realidad en México nos vuelve a estrellar a nuestras circunstancias. Es innegable que un gran logro alcanzado en el país desde aproximadamente 1997, es que ciertamente los votos ya cuentan y se respetan consistentemente. Gran avance, pero esto no quiere decir que se haya alcanzado una democracia madura, ya que por desgracia y lastre, somos un pueblo muy atrasado culturalmente, abonado por enormes masas que viven en pobreza y hasta en miseria o pobreza extrema, que son utilizados con apenas migajas para que acudan a sufragar a favor de x o y candidato.

Lo peor es que la vulgar compra de votos se realiza con dinero del erario. Es decir, con el dinero de todos, unos cuantos se perpetúan en el poder y no hay instrumentos legales para evitarlo en la práctica.

Me explico. Desde tiempos del foxismo, cuando se generaron los excedentes petroleros por el disparo de los precios internacionales del barril de crudo, se fortaleció una política de repartir mayores cantidades de dinero a los estados, en pos del federalismo que se supone adoptó la república desde la Constitución liberal de 1857 y refrendada en 1917. Vicente Fox permitió, por supuesto, junto a las negociaciones con los partidos de oposición en el Congreso, que los gobernadores fueran dotados con cantidades mucho más altas que sus antecesores. Con los recursos económicos vinieron por ende mucho mayores oportunidades para los gobiernos locales de manejar a discreción el presupuesto y mucho de ello obviamente ha sido destinado para crear, mantener y aceitar las clientelas electorales.

Desde las elecciones intermedias en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, ningún partido ha tenido mayoría absoluta en el Congreso de la Unión, por lo que por un lado, si bien es cierto esto ha creado una parálisis legislativa que mantiene en gran parte anclado a México en el pasado, también lo es que ha generado un cierto equilibrio que complica en cierto grado hacer manejos inadecuados de los fondos federales.

Esto es, los diputados tienen la potestad de revisar las cuentas de cualquier dependencia del orden federal, y como en la Cámara Baja nadie tiene mayoría, todo mundo puede ser escrutado.

Lo mismo ocurre en los estados. Los congresos locales son quienes pueden revisar las cuentas del ejecutivo local, pero a este nivel, todavía estamos en el viejo sistema, y salvo excepciones como ahora en Aguascalientes o Baja California, donde los congresos son priistas y los gobernadores panistas, la constante es que el gobernador en turno tiene a su congreso como meros funcionarios serviles, con la resultante que el dinero que entra a la caja estatal en cuestión, depende plenamente de quien ocupe el poder ejecutivo en la entidad.

Esta descripción es para entender un poco la carrera fulgurante del profe Moreira hacia los planos nacionales. La mayoría de los gobernadores ha sido acusado de enriquecerse en sus mandatos. No tengo información que Moreira haya hecho lo mismo al menos en la escala que suelen hacerlo muchos de sus colegas.

Lo que sí es un hecho es que el flamante presidente del PRI nacional destinó muchos recursos a una maquinaria electoral altamente eficiente. Es cierto que se ha realizado con ahínco un trabajo social, pero éste jamás se desvinculó del tema partidista. Con estas acciones, el profesor está en la cresta de la ola. Pocos alcanzaron la popularidad y aceptación como él, y esto le fue suficiente para tomar una posición para hacerse con el máximo puesto dentro de su partido político y de paso le alcanzó para colocar como candidato a su hermano Rubén, un hecho de rancio nepotismo, pero como ya se mencionó líneas arriba, el pueblo es muy manipulable en temas públicos.

Así las cosas, con la expectativa de que el PRI esté de vuelta en la Presidencia de la República, un coahuilense tendrá un papel relevante en las más altas decisiones. Hay que esperar que sea para bien de todos los mexicanos y en especial, desde el sitio que tendrá Moreira, sepa tomar decisiones, aportar consejos, apoyar acciones para sacar del letargo económico que La Laguna vive, y a ver si desde allá puede hacer algo para regresar un poco la seguridad pública a Torreón que como gobernador no fue capaz.

eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 605299

elsiglo.mx