Estas épocas veraniegas son momentos en que la información pública sufre un descenso en su generación. De hecho, el deporte profesional más popular en México está de vacaciones, aunque por supuesto persiste la actividad amateur, se percibe que lo deportivo está también en una especie de receso vacacional.
Los burócratas en general no perdonan los períodos de vacaciones, y ahora en el tema estatal, con esta transición tan larga - el cambio de poderes en el próximo primero de diciembre- también se nota la carencia de noticias. Es una pena que en lo policiaco no sea el caso, apenas la semana pasada aparecieron los diez decapitados, lo que continúa acrecentando el horror que vivimos y que por desgracia, cada vez nos acostumbramos más.
Por ello, existe una obra que se está realizando en parte de lo que es el bulevar Constitución, que incluye la edificación de una ciclopista y de un crucero llamado inteligente en la propia rúa con la avenida Feliciano Cobián.
Es una realidad que ese crucero en cuestión cada vez se vuelve más caótico, de eso no hay duda, máxime porque además de ello su semaforización es antigua y obviamente no ha sido renovada ya en años. Todo esto, aunado al crucero paralelo de las calles Valdés Llano y Naranjos (cambia de nombre cuando es atravesada por la propia Cobián) hacen que el tránsito por estos sitios sea en verdad complicado.
El anuncio hecho por Miguel Algara, director de Obras Públicas de que efectivamente será crucero inteligente en vez de paso a desnivel por carencia de espacio para realizarlo, es una verdad a medias.
El señor Algara podría darse una vuelta por la joroba que está en el bulevar Revolución y que sirve para evitar el par vial de la Cuauhtémoc y Mariano López Ortiz (la Doce) para que pudiera comparar, pero al fin y al cabo se hubiera agradecido que dijera que no hay dinero y listo. Que el Municipio de Torreón esté desfalcado y que no se pueda soñar en obras de mayor calado es otra cosa, tal vez por eso el pretexto de que no hay otra solución más que la semaforización. El hecho es que es una buena noticia que le van a prestar atención al problema vial que se presenta en esa confluencia que tanta falta hacía.
Pero más allá de esto, está el hecho de que se está construyendo la ciclopista en el propio Constitución y eso es una excelente noticia. Todo aquello que contribuya a la práctica del deporte y más aún, al uso de la bicicleta en sustitución de vehículos de motor alimentados por hidrocarburos, es bueno por donde se mire. Elimina la emisión de gases contaminantes; se fomenta el hábito del ejercicio; se elimina la contaminación acústica. Puras bondades.
Un acierto del alcalde haber autorizado la creación de esta vía para ciclistas. Al menos se podrá rodar desde el Nudo Mixteco hasta la calzada Colón. Ciertamente no es mucho, pero algo es algo y Torreón contará con un espacio que antes no se tenía. Así como se debe celebrar la creación del Paseo Colón, así debe verse que ahora se genere este espacio, porque contribuye a que la ciudad favorezca a las personas y no a los autos. Sueño utópico es que aquí se anduviera tanto en bici como lo hacen en países avanzados, pero al menos el que quiera usarla de manera más segura podrá acudir a este lugar.
Desafortunadamente siempre hay un prietito en el arroz. La realización de este proyecto con un costo anunciado de 18 millones, ha mostrado que se carece de coordinación entre las distintas áreas del municipio y que no se ha llevado a cabo como se merece. Es fundamental que se respeten los árboles que están en el camellón del Constitución. Hay que esmerarse en su preservación, pero también es cierto que existen alternativas para no dañar el entorno ecológico si éstos tienen que ser trasplantados para hacer bien la obra, no como los angostos carriles que ahora se ve, están construyendo y que denotan que no lo están haciendo de la mejor manera.
Hay que esperar que Eduardo Olmos supervise directamente la obra y no permita que la ciclopista quede como parece que lo van a hacer. Es una estupenda acción para que la manden al traste con un trabajo mal hecho.
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