MENUDO LÍO.- Se armó en torno a la noticia de que cinco jugadores de la Selección Nacional habrían dado positivo en una prueba antidoping. Clembuterol es la sustancia prohibida que presuntamente ingirieron Guillermo Ochoa, Édgar Dueñas, el "Maza" Rodríguez, Antonio Naelson "Sinha" y el "Hobbitt" Bermúdez.
ESTO ES PRODUCTO.- Del examen que la Femexfut, de manera privada y preventiva, les mandó a hacer a los jugadores en un laboratorio certificado por el máximo organismo en este tema, la WADA, para enfrentar la Copa Oro de Concacaf. La pregunta es: ¿Por qué no se hizo con la anticipación debida? Ya que resulta lógico pensar que la respuesta debía llegar antes del inicio del certamen.
LA EXPLICACIÓN.- Que dieron de forma inmediata las autoridades del balompié nacional es que los atletas ingirieron carne de res tratada con esa sustancia, práctica que parece ser común en el ganado de engorda en nuestro país. Esta ingesta tuvo lugar en el sitio de concentración del tricolor y la gente pregunta, otra vez, por qué sólo cinco jugadores se contaminaron.
LOS RESPONSABLES.- Del organismo rector del futbol nacional, una vez que tuvieron conocimiento del caso, procedieron de inmediato a dar aviso a la FIFA. Las razones de tanta celeridad son dos: el recuerdo del incidente de Copa Confederaciones, donde se ocultó la información del caso Carmona-Galindo, poniendo en riesgo incluso la participación de México en el Mundial de Alemania.
Y.- El hecho de que el laboratorio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, por sus siglas) tiene la obligación de informar, a la federación internacional que se trate, cualquier caso de dopaje. Luego entonces resultaba estéril intentar ocultar el incidente. En ese sentido, bien por los federativos.
EL DOPING ES POR DEFINICIÓN.- La ingesta de una sustancia prohibida, con el fin de elevar el rendimiento físico del atleta, ganando con ello una ventaja. En el caso de los muchachos no parece haber dolo, aunque la socorrida práctica del "sospechosismo" en México los haga parecer culpables, aunque falte todo un proceso de investigación.
LO INCREÍBLE.- Es que si el Comité Olímpico Internacional (COI) ha declarado que el dopaje es el flagelo del deporte de alto rendimiento a nivel mundial y la FIFA haya hecho suyo este postulado, en uno de los torneos continentales avalados por ella, Copa Oro, no se haga obligatorio este tipo de control. Lo peor, es que sólo lo hacen por ahorrar (léase robarse) unos miserables dólares.
OJALÁ.- Que el nuevo examen arroje limpieza en el cuerpo de estos implicados de cualquier sustancia dopante, para limpiar su imagen y de paso la del maltrecho futbol nacional. De lo contrario enfrentarán sanciones gravísimas y la deshonra personal para siempre. Aunque en el medio se confundan frecuentemente las mentiras y el clembuterol.
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