No cabe la menor duda que en la vida, como se dice por ahí, siempre hay un roto para un descosido. Ahora que en Costa Rica agradecen a Dios por haberse liberado de los ¿servicios? del bigotón Ricardo Antonio La Volpe como director técnico de su selección nacional, resulta que el club Banfield, equipo en el que nació como guardameta en Argentina, lo contrata para que asuma el cargo, luego de un catastrófico inicio de cuatro derrotas en igual número de partidos.
La historia de La Volpe es interesante. Como jugador fue rentable y se puede decir que por encima de la media. Vino a México precedido de un buen cartel y se enroló en las filas de aquel Atlante millonario, patrocinado con el dinero público que gastaba a manos llenas el IMSS.
Posteriormente llegó al Oaxtepec, hijo menor del mencionado instituto y ahí, luego de "tenderle la cama" al entrenador en funciones, Carlos "Charro" Lara asumió el doble papel de jugador-técnico para luego retirarse de las canchas e iniciar la carrera en el banquillo.
Sus mejores momentos los vivió con los azulgrana cuando al principio de la década de los 90s logró el campeonato doblando en la gran final al Monterrey, allá en la meritita Sultana del Norte.
Probó suerte en distintos equipos, fracasando ruidosamente en América y Chivas y dejó al Toluca enfilado al título, para dirigir al Tricolor en el camino a Alemania 2006. Dicho campeonato se le adjudica en los récords a Alberto Jorge pero, en honor a la verdad, el artífice fue Ricardo Antonio La Volpe.
Con la selección apareció el verdadero talante del técnico pampero. Un hombre trabajador en la cancha y conocedor hasta el último detalle del juego, preciándose de ser un perfeccionista y, del otro lado, un ser humano inseguro, irritable, vengativo y áspero que generaba problemas donde no los había.
De esa manera dirigió a México. Formó una "mafiecita" con los líderes del grupo, dejó fuera del listado mundialista a Cuauhtémoc Blanco y convocó de última hora a Rafael "Chiquis" García, sin otro mérito que el de ser su yerno. En la otra cara de la moneda, en Copa Confederaciones 2005 se jugó el mejor futbol que se le conoce al Tri. ¿Así o más bipolar?
Él afirma que no fracasó en el Mundial, dado que en octavos de final se le jugó al tú por tú a Argentina. Sí, es cierto, pero también lo es que perdió y el público se quedó esperando el famoso "quinto partido".
Luego emigró a su país para tomar en el superliderato a Boca Juniors y no me lo va usted a creer: perdió el título ante Estudiantes. Luego llegó a Vélez Sarsfield y su paso fue más gris que un ataúd.
De vuelta a México anduvo con Monterrey y Atlas para luego incorporarse a la dirección técnica del combinado nacional "tico".
Hoy, los ingenuos de Banfield se acaban de echar un alacrán al lomo. Luego no se quejen si les deja el barco tirado a medio océano. Odio decir "se los dije".
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