La novela en torno a la crisis que vive el popular club de futbol América dista mucho de concluir, aunque hay que decir que uno de sus capítulos, el de la dirección técnica, se resolvió de una manera más que predecible al primero, tomar una decisión inaplazable como lo era despedir al "Maestro" Carlos Reinoso, y segundo, traer a alguien de casa, identificado con los colores y a quien la mayoría de los aficionados añoraban en el banquillo como Alfredo Tena.
Sin embargo, quedan asignaturas pendientes como el análisis del papel de la directiva en este penoso asunto. Michel Bauer es un improvisado en el tema futbolístico pero luego de casi cuatro años al frente del ave, ya debería haber aprendido algo. Sus fans afirman que es un estupendo administrador y sus detractores piden que se aplique a ello y deje en manos de expertos el tema deportivo.
Sin embargo, hay otros puntos, como el singular papel de Jaime Ordiales. Nadie sabe a ciencia cierta si es directivo de los de "cuello blanco", si es vicepresidente deportivo o, como dicen las lenguas de doble filo, es el promotor embozado que todo club tiene en sus oficinas para hacer la chamba sucia.
Tampoco quedan claras las funciones de mi querido y admirado, pero sobre todo respetado, Luis Roberto Alves. Al gran "Zaguinho" lo trajeron, supuestamente, para ser un puente de comunicación entre la alta dirigencia y los jugadores, pero cuando se habla de un vestuario "roto" y de que los jerarcas no atinan en el diagnóstico, pues de poco ha servido la incorporación del hijo del "lobo solitario".
A los jugadores, a mi entender, los principales responsables del problemón, parece que nadie se atreve a siquiera rozarlos con el pétalo de un descuento salarial. Algunos porque su futbol no les da para más y otros, cuya calidad es indiscutible, lo muestran a cuentagotas dejando la impresión de que no entienden la grandeza del club ni el peso de la camisola azulcrema.
Ahora llega el "Capitán Furia" a un banco que no le es desconocido en cuanto a responsabilidad, puesto que ya tuvo el mando en otra época. Parece que los directivos de Coapa entienden el "americanismo" como un "reciclaje" de elementos, ya que bajo la actual administración volvieron a dirigir Manuel Lapuente, el citado "Maestro" Reinoso, ahora Tena, y en su momento se les brindó la oportunidad al "Ruso" Brailovsky y un interinato a Juan Antonio Luna.
Particularmente, fui un admirador de Alfredo en la cancha, donde me tocó dirigirle en un sinnúmero de ocasiones. En una de mis finales, la de Santos ante Necaxa, Tena le regaló al público lagunero su primer título en su papel de entrenador, sin embargo, tengo dudas razonables en cuanto a que sea la solución al complejo desafío del América de sus amores.
Parco en el hablar, disciplinado y seco, quizá no encuentre esa comunicación que tanta falta hace en estos momentos. Sea como fuere, ¡suerte, Capitán!
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