DIGAN LO QUE DIGAN.- Como diría el "divo de Linares", la verdad es que esta es la mejor liguilla, desde el punto de vista arbitral, que se ha visto en muchos años. La mejor muestra es que los equipos eliminados no han tenido la menor oportunidad de asirse al socorrido pretexto del perjuicio por parte de los hombres de negro y eso es para aplaudirse.
SIN EMBARGO.- Nunca faltarán los detalles, por ejemplo, la tremenda regañada que le pegó Carlos Bueno, delantero del Querétaro, a mi distinguido colega Roberto García Orozco. El resultado de haberlo aguantado parece darle la razón al nazareno pero qué devaluada le pegó a su autoridad. El charrúa le gritó, gesticuló, le puso el dedo en el pecho y casi lo agarra a nalgadas. Creo que ahí faltó personalidad.
A ESE TIPO DE JUGADORES.- Se les debe "domar" durante el torneo. Me queda claro que el señor Bueno es una muy mala persona pues se aprovecha de su condición de local e ídolo de la afición para hacerle la vida de cuadritos al árbitro. Si hubiera hecho ese mismo numerito en el "Volcán", el juez en turno lo sacaría jalándolo de las orejas. ¡Ahí se los encargo!
REPITIÓ COLOR.- Paúl Delgadillo nos regaló otro buen arbitraje en la ida del Monarcas-Santos. Sigo creyendo que es un hombre del montón pero él se ha empeñado en hacerme quedar mal. No creo que pueda estar en las finales pero lo hecho hasta el momento avala su progreso y debe comprometerlo a un refrendo el próximo año. ¡Está en sus manos!
SEÑOR ÁRBITRO.- En eso está convertido Marco Antonio Rodríguez. Le hemos criticado su excesivo protagonismo y el hecho de que atiza el fuego en los partidos bravos pero en esta fase final ha hecho un par de trabajos que rayan en la perfección. Creo que merece estar en alguna de las instancias definitivas.
YA PÓNGANLE UN ALTO.- Al excesivo protagonismo de los árbitros asistentes. En su mayoría, son personas que fracasaron como centrales y ahora desde la banda pretenden dirigir los encuentros. El peor ejemplo es José Luis Camargo, ya que el penal que le señaló en contra a Gallos Blancos es una aberración reglamentaria. El defensor toca el balón con el codo de manera totalmente involuntaria. ¡O ya de plano denle un silbato!
ME GUSTA CÓMO DIRIJE.- Paco Chacón, creo que está en camino de convertirse en un referente importante en la baraja arbitral mexicana, salvo por esos detalles como el hacerle caso al "negrito bailarín" y sancionar un penal que él tenía de frente. ¡Los primeros que han abdicado al derecho de aplicar el reglamento son los propios jueces centrales!
ME PARECE.- Que la principal explicación de esta alza de la calidad arbitral en la liguilla es que se prescinde del "ordenador". No hay mejor medicina que poner a cada juez en el encuentro que mejor le vaya. Ojalá el necio de Decio deje trabajar a su Comisión de Árbitros, y lo más importante, les dé un voto de confianza.
¡Ojalá tengan un cierre digno de una ovación!
Apbcarter_1@hotmail.com
