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La Columna de Rosell

RAFAEL ROSELL

Ni modo Pancho, jugando así es difícil aspirar a ganarle a un equipo como los Empacadores y Aaron Rodgers. Tres pérdidas de balón, siete de trece en terceras oportunidades, Polamalu y Harrison prácticamente no existieron y podemos seguir agregándole una serie de elementos claves para la derrota pero la realidad es que Rodgers estuvo sensacional, sólo otros tres quarterbacks en la historia de los Súper Tazones puede presumir de lanzar para más de 300 yardas, tres touchdowns y sin intercepción.

Pero el que se ríe se lleva, y aquí estamos estoicos recibiendo todo tipo de sarcasmos, ironías, befas, etcétera. Me siento como uno de los güeyes de "Top Gear" después de burlarse (en mi caso de los pobres seguidores de varios equipos mediocres de la NFL) de nuestras costumbres, en este momento están que no se la acaban, pero quién nos lo manda, para qué agitamos el panal, luego si te equivocas recibes el castigo, repito, lo sé y lo asumo, déjense caer bola de méndigos, que aquí está mi pecho de acero dispuesto a resistir todo.

Lo que sí francamente saca de onda son mis invitados para el día del partido, son recibidos a cuerpo de rey, tratados no como se merecen, sino como auténticos VIP, y ¿qué hacen esta cáfila de gañanes? Celebrar todas y cada una de las jugadas exitosas de los Empacadores, compadres, amigos de la infancia, se confabularon para hacerme sentir miserable viendo cómo Rodgers levantaba el "Vince Lombardi", pero ya verán gachos, dejen que termine mi luto y uno a uno serán debidamente arreglados. A los miembros del "TUCA" hasta aquí escucho sus destempladas risas, pero recuerden que saludar con sombrero ajeno no es muy digno que digamos.

Dicen los de la Bahía Verde que el trofeo regresa a donde pertenece, ¡ni maiz! Ese trofeo es nuestro, es de los Acereros, disfrútenlo hasta el próximo febrero porque entonces volverá realmente a donde lo llama la querencia, a la tierra del acero.

Big Ben lloró, sintió que nos había defraudado. No Ben, ¡nunca digas eso!, una vez más te portaste como un valiente, con tu cuerpo adolorido por los fieros impactos nos regresaste al juego, estuviste a un touchdown de darnos el séptimo, no se sienta mal mi muchachote por perder por primera vez un Super Bowl, ni hablar, ya nos veremos en febrero en el Lucas Oil Stadium, lo siento Peyton, pero ni tú, ni tus Potros están invitados, será Pittsburgh y rival de la Nacional por definir.

He dicho.

Rrosell50@hotmai.com

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