En estos momentos, ya lo sabemos, Santos tiene seis derrotas seguidas mezclando dos torneos, además tres descalabros al hilo de local en la Liga, vienen dos partidos consecutivos en casa, contra los equipos que ocupan el tercero y cuarto lugar general, Monarcas y Cruz Azul, ambos con 18 puntos, ocho más que los Guerreros. La última vez que Santos perdió tres seguidos en casa fue en el torneo Invierno 99, pero en aquella ocasión no sólo fueron tres, sino hasta cinco derrotas consecutivas que es un récord para el equipo, no queremos pensar (¡Dios nos libre!) que esta marca se iguale en los próximos dos partidos, sería el acabóse, eliminaría prácticamente al equipo de la liguilla e incluso pondría en peligro la permanencia de Diego Cocca.
Pero busquemos el lado positivo en cuanto a las tendencias, obviamente y tomando en cuenta la situación actual de los protagonistas de estos dos próximos encuentros, son dos visitantes temibles, pero las estadísticas dicen exactamente lo contrario, Monarcas, que es el rival del sábado 19, tiene siete derrotas consecutivas en Torreón y no gana en tierras comarcanas desde el Verano del 2000, es decir, trece partidos al hilo sin victoria, incluyendo el histórico siete a uno de la semifinal de vuelta del Bicentenario 2010, en ese juego los Guerreros impusieron récord de la franquicia de más goles anotados en un partido.
En cuanto al visitante del sábado dos de abril, la Máquina del Cruz Azul, a pesar de que venció y eliminó sin mayores problemas al Santos en la Concachampions ganándole los dos juegos, en lo que se refiere estrictamente a juegos de Liga, los capitalinos no ganan desde el Apertura 2002, es decir, una seguidilla de ocho partidos, con seis derrotas y dos empates.
Como se verá los números avalan al Santos, Morelia y Cruz Azul son dos clientes en Torreón, pero incluso las estadísticas necesitan de una manita y para eso los laguneros tendrán que resolver un problema que luce peliagudo como él solo, crear oportunidades claras de gol. Ese no era el problema, cuantas veces oíamos a los técnicos santistas de antaño decir lo mismo, "Sí, perdimos, pero me quedo tranquilo porque se crearon múltiples llegadas de gol, malo que no llegáramos, ya caerán los goles, ya caerán". Pues señores, hemos llegado al punto de tener no tres, ni cuatro, sino hasta cinco delanteros en el campo y lo que aparentemente sería una fábrica de opciones de gol se convierte en un enmarañado ataque sin orden ni concierto, todos la tocan, todos la retocan, todos la recontratocan, pero nadie, absolutamente nadie, le pega al arco.
Se ve feo el panorama, pero confiemos en que las tendencias, estadísticas, jettaturas o como usted quiera llamarle, nos den la mano. Esta vez Pitágoras estará en la banca del Santos.
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