Por fin ya está aquí, sí señores, llegó la liguilla, tan vilipendiada por muchos pero anhelada y esperada por todos. Santos Laguna enfrenta a los Jaguares de Chiapas en la serie más cerrada y por mucho de este mini certamen. En términos lógicos se encuentran el cuatro contra el cinco, pero no sólo eso, en torneos cortos han jugado 21 partidos y el siete ha sido el número dominante, es decir, siete triunfos, siete empates y siete victorias, respectivamente. Son los equipos más goleadores del Apertura, Santos fue el número uno con 29 anotaciones y Jaguares sólo uno abajo con 28. En cuanto a defensivas sólo hay dos goles de diferencia, Chiapas recibió 23 por 25 de los laguneros. Sus goleadores, igual, sólo dos de diferencia, 10 para Oribe 8 para Jackson.
Entonces, si está así de cerrada la serie ¿quién tiene ventaja, cual ligera que ésta sea?, el Santos, por los antecedentes antes mencionados todo huele a un empate global y los hijos de la Comarca por terminar cuartos tienen esa prioridad. Obvio es decir que para competir y sacar este resultado o quizás uno mejor, tendrán que mostrar un mejor desempeño a lo mostrado en las últimas jornadas.
Una buena noticia sin duda fue el contar con Baloy desde el principio, por cierto y mención honorífica aparte, para el o los encargados del departamento de apelaciones o inconformidades del club lagunero, nada más y nada menos de tres-tres. Es cierto, los casos de Salinas y de Guty con la ayuda de la cámara phantom y demás linduras tecnológicas mostró el error humano y por consiguiente la no procedencia de la suspensión, pero en lo del panameño, implicó estar alertas o como dicen los chavos "sobres". Dos partidos consecutivos con un mínimo de 45 minutos jugados sin amonestación te borra una amarilla, sin importar que en este caso el segundo partido haya sido reprogramado, el reglamento así lo contempla y el mérito es del que lo descubrió y en tiempo lo comentó para ser enviada la inconformidad a la Federación con el final feliz correspondiente.
Es una nueva oportunidad para Felipe el canalero, pedir que se contenga y atempere los nervios es casi imposible, está en su ADN, es como pedirle a Darwin que sea sensato, aquí el punto es no caer tan fácilmente en las provocaciones, el profe Cruz sabe de qué tamaño es la mecha de Baloy e intentará encenderla, Felipe deberá de jugar a tope. Al filo del reglamento, no sabe hacerlo de otra manera, pero el trash talk y los golpecitos cuando Arellano Nieves no esté mirando deberá de soportarlos como el jugador veterano que es. Va a ser clave en el de ida Baloy, él lo sabe y la presión estará sobre él, ojalá la soporte y no regresen en desventaja de la selva.
