La enseñanza es su vocación

Mientras que otros equipos buscan a ex futbolistas para que ayuden a sus jugadores a perfeccionar las diferentes posiciones en la cancha, en Santos Laguna ya cuentan con un instructor dedicado al cien por ciento a pulir la técnica individual de los albiverdes.

Desde hace dos meses los Guerreros cuentan en las fuerzas básicas con la presencia del español Albert Espigares, quien busca ser un apoyo para que los elementos juveniles terminen por dominar el balón y brindarles las herramientas necesarias para que las utilicen en el campo.

El ibérico cuenta con 32 años de edad pero ya lleva 17 trabajando en el futbol formativo y competitivo, algo que, como él lo menciona en las instalaciones del Territorio Santos Modelo (TSM), comenzó como un hobbie.

Su gusto por perfeccionar la técnica individual de los futbolistas surgió cuando a los 14 años de edad era entrenado en el equipo de futbol del colegio de su ciudad natal Marató, localizado a 15 minutos de Barcelona, por un profesor muy exigente.

"Fue algo educativo, ya que como jugador amateur estaba en la nube y me iba bien, pero me pusieron los pies en el suelo y eso lo agradezco. Me puso a entrenar con un grupo de diez niños de seis años de edad. Me gustó, pero me ayudó mucho a nivel personal y humano, eso me enseñó mucho".

A partir de ahí empieza su interés en la enseñanza a niños, por lo que se informa a través de Internet, realiza estudios, cursos, hasta que dio conferencias y clínicas.

Acepta que lo que comenzó como un hobbie pasó a ser un estudio minucioso, luego una diversión remunerada y por último una profesión con la que está fascinado, al grado que se encuentra en la Comarca Lagunera haciendo lo que más le gusta.

De su llegada a los Guerreros, el profesor español confesó: "Resulta que hay una junta en Barcelona y hay interés en Santos Laguna de contar con una persona con mis características, semejante a mi perfil, y sale mi nombre debido a que tenía el antecedentes de haber dado cursos en México. Rebotamos algunas ideas y después de varias juntas se acepta mi propuesta".

Agradeció el voto de confianza de Alejandro Irarragorri de poder emprender un nuevo proyecto en una institución en crecimiento, con el apoyo de los responsables en el área de fuerzas básicas, José Riestra y Eduardo Rergis, de quienes dijo hacen una gran labor.

Pese a sus conocimientos en el área de la técnica individual, Albert jamás se desenvolvió como futbolista. "A los 17 años tuve la opción de ir a un equipo profesional, pero no sucedió y por algo tomé otro camino, el que estoy realizado, poniendo mi granito de arena y contribuyendo con grandes cosas".

Los estudios los hizo en su país, en la Real Federación Española de Futbol (RFEF), así como en la Unión Europea de Futbol Asociación (UEFA), aunque aclaró que no existe una carrera que sea especialista en técnica individual, son simplemente asignaturas o materias puntuales.

La experiencia que ha tenido a lo largo de estos años ha sido de gran ayuda "pues sacándole jugo en todos los equipos que trabajé, vi que eran carencias a nivel mundial; me ha tocado trabajar con jugadores de casi todo el planeta que llegaban a Barcelona por unos programas de desarrollo técnico".

"Estuve por ocho años con los Maristas, en la dirección deportiva, luego en el Español de Barcelona, pasé a la Fundación Real Madrid y después en MET Soccer, que se enfoca en la técnica. Por último, tuve contacto con varios jugadores internacionales, a los que les ayudaba con un plan de trabajo específico. Yo los visitaba o iban a Barcelona".

De entrada en Santos Laguna hizo una evaluación inicial, donde observa el estado real del jugador y a partir de ahí desarrolla un plan individual de trabajo para cada uno, viendo todas las carencias que tiene y las que hay que superar a mediano y corto plazo.

"Este programa en España a lo mejor lo tienen tres clubes y en Europa algunos más, pero no es usual el tener un especialista para este departamento. Se ha intentado en diferentes equipos, es un área atractiva y sencilla, pero la verdad es complicado trabajar con pocos jugadores".

La problemática se centra en que hay que darle una dinámica para que el jugador se sienta contento y motivado, estrechando la relación y un lazo humano entre el profesor y el alumno, para que los últimos, saquen lo mejor de sí.

Está seguro que puede ayudar a detectar los errores, corregirlos y brindarle las armas para que los jugadores las ejecuten a la perfección, por lo que está abierto para enseñar a cualquier elemento santista.

"Es una especie de doctorado, el equipo ya tiene nivel, esto es para ayudar, en todos los niveles puede dar resultado".