Señoras y señores: perder el invicto es casi más sano que mantenerlo. En el futbol -y en el mexicano en especial- sobran las estadísticas, se puede llegar invicto al torneo de Liguilla y perder en la primera fase, se puede llegar en primer lugar y perderla, lo importante para Pumas es que aun perdiendo el invicto frente al equipo más malo del campeonato, es recuperar su estilo de futbol y su juego, que había mostrado a lo largo de la temporada, pronto, frente a otro felino, los Tigres. Es un equipo que sabe levantarse, es fuerte y sólido, deberá cuidar algunos aspectos en los que ha bajado y estar listo para encarar la Liguilla.
Y para irregularidad de partidos hay que asomarse simplemente al América-Puebla: América dominaba ampliamente ante un Puebla parado, los jugadores estaban estáticos, como protestando por algo, dejaban pasar a los americanistas que parecían cohetes junto a ellos. Ante esas facilidades el América le metió uno, dos, tres y cuatro goles y ahí paró porque cuando llegó el primer gol del Puebla vino el descanso. En la segundo parte, con un par de cambios, el Puebla compuso la situación y se acercó en el marcador, cometió un error y le hicieron el quinto, volvió a atacar e hizo el cuarto.
Cinco a cuatro, un partido con marcador de beisbol en un campo de futbol, pero el América dejó claro que si al ataque es espectacular, atrás es un desastre. Es verdad que es la mejor ofensiva con 25, pero también la peor defensiva con 23 goles. Ahora un triunfo de 1-0, de 5-4 o de 10-9 da 3 puntos. América se mete a una semana difícil, primero la Libertadores con Argentinos Juniors, al que le debe marcar 5 goles y después el Clásico con las Chivas que también viene de ganar un partido a un equipo que está a punto del desastre, el Necaxa, hundido por sus directivos, por sus técnicos de poca capacidad y poca ética y sus jugadores.
Chivas tiene un calendario complicado, recibe al América, va a Toluca, recibe a Santos, va a Cruz Azul y recibe a Monterrey, se la juega contra equipos que están buscando la calificación. El América de aquí en adelante, quitando la Libertadores a Pumas y a Chivas y un poco el Atlante, no la tiene tan complicada, el problema es la irregularidad, hoy le ganas al mejor y mañana pierdes con el peor. Algún día llegará en que veamos un poco más de regularidad en nuestro futbol.
Y para colmo se desata un problema de racismo en un campo de juego, un jugador de color, de origen ecuatoriano, se queja de que le dijeron de todo. Habría que investigar a fondo si es verdad y hasta dónde se puede evitar, el racismo no es agradable y hay que combatirlo, porque si no, del campo sube a la tribuna y de la tribuna baja al campo con violencia. ¡Cuidado!
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