Señoras y señores: todavía a principios de este mes, Joseph Blatter pronunció una frase: "tolerancia cero". Pero los demonios están sueltos y están dentro de la FIFA. Decía Blatter, hay que seguir adelante y enfrentar y eliminar todas las acusaciones contra el organismo.
Estamos perdiendo credibilidad y terminamos atascando el futbol, trayendo muchísimo dinero a este juego. Blatter ganó las elecciones porque no hubo opositor, el que había fue acusado de todo para alejarlo de la posibilidad de enfrentar a Blatter. En el juego cayó Warner, que no es ningún santo, ya sabemos cómo se manejaba la corrupción en la Concacaf.
Revienta el asunto del dopaje de los jugadores mexicanos en plena Copa Oro, tema que se ha dado a conocer a cuentagotas, con muchas dificultades para el periodismo, obligándolo a investigar por su cuenta.
Pero recientemente aparece otra situación muy seria. En este caso una revista alemana que ha señalado que la FIFA y la Interpol han abierto un expediente en el que se sospecha que partidos de Concacaf han sido amañados por la mafia asiática de las apuestas.
La gente dirá que cómo, si son partidos malísimos, que no interesan a nadie, hay goleadas, sí, tomando como base la información, la operación se basa en escoger los partidos donde hay una clara superioridad de un equipo y comprar a los jugadores del cuadro que va a ser goleado. Los apostadores meten una gran fortuna cuando ven que el partido va a ser desnivelado, México 5 Cuba 0, o Costa Rica 5 Cuba 0, o Guatemala 4 Granada 0.
Esos partidos son los índices de explosión en el mercado asiático de apuestas y son las famosas apuestas abiertas que generan muchísimo, hay corredores de apuestas, todo parece indicar que están en Singapur.
Son casos recientes, pero desde el Mundial del 2002 todo mundo sabía que había apuestas asiáticas, menos Blatter. Hay muchos casos, en Italia hay gente acusada de manipular partidos, la propia FIFA investiga partidos internacionales, en China hay árbitros detenidos por arreglar partidos... crisis la hay y seria. La FIFA ni va a hacer nada con su famoso e inútil Sistema de Alerta Temprana, que detecta patrones irregulares en las apuestas desde el 2007.
Y FIFA está en México, ha organizado un Mundial Sub 17. Por supuesto la FIFA está agradecida con el país que organiza un Mundial que a poca gente le interesa.
Pero así se manejan las cosas, decía James Cameron, el ministro inglés, que para él la elección de la FIFA había sido un gran fiasco.
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