Ni duda cabe que cuando se es joven, se es limpio, inocente, se depende de los padres, se tiene amor y corazón por el futbol y no por el dinero, no ha sido tocado por la mafia, se está lejos del pantano que ensucia al futbol mundial, esa es la Sub 17.
En un partido heroico, México derrotó a Alemania 3-2 y se presenta el próximo domingo a la final frente a Uruguay, que derrotó a Brasil 3-0.
México se fue arriba con el gol de Espericueta en un partido dramático, emocionante, con una Alemania que ganaba 2-1, le había dado la vuelta al partido al minuto 60. Es difícil sacarle una victoria a los alemanes de cualquier edad. México alcanzó el empate con un gol olímpico, algo que se ve muy poco en el futbol, es difícil hacerlo, y para colmo, Julio Gómez, que intentaba rematar esa pelota, se estrelló con la cabeza de un jugador alemán, salió del terreno, regresó sangrando y en una jugada de recurso a balón parado remató con una chilena para anotar el gol de la victoria. Julio Gómez, de la cantera del Pachuca, metió dos goles.
Esta Selección tiene buenos elementos, Guzmán, Briseño, Escamilla, Espericueta, Gómez, Bueno, Fierro, Casillas, juegan con espíritu, con entrega, con corazón, juegan por la camiseta, por la gloria, por el hambre de ser alguien en su deporte. Hoy por hoy no juegan por dinero, quizá el día de mañana lo hagan. No caigamos en los errores del 2005 de intentar crear una generación dorada, dejémoslos que crezcan, que caminen, que lleguen al profesionalismo, ojalá lleguen todos y ojalá esta misma Selección sea más adelante la Sub 20, y luego la que represente a México en la Copa Oro, en la Copa América y en los Mundiales.
Y el domingo juegan frente a otros chicos que también tienen ilusión, los uruguayos; ganarle a Brasil no es fácil, le metieron 3.
Debe ser un buen partido, que gane el mejor. A esa edad hay un mundo por delante, quién tuviera 17 años para poder ser futbolista, estudiar, prepararse para la vida e intentar triunfar. Deseo fervientemente que los directivos no se cuelguen del éxito de estos jóvenes, ellos y su entrenador, solos, lo merecen, ellos y su trabajo, ellos y su ilusión en la cancha.
Felicidades a mexicanos y uruguayos por llegar a la final, llenarán el Azteca, sufrirán, el ganador será merecido, ojalá sea México, porque después que ha sido tan golpeado el futbol mexicano, por dopajes, mentiras, escenarios lamentables, estos chicos presentan su inocencia, son limpios futbolísticamente.
Jrfernandez@reforma.com